Un argentino con derecho a réplica
Grande fue mi asombro cuando al comenzar a leer, como habitualmente hago, el periódico EL PAIS del domingo 27 de marzo de 1983, en la sección Internacional, el artículo de Martín Prieto, nuevo corresponsal en Buenos Aires, terminara su lucido artículo periodístico con un "resbalón" de mal gusto. En su intento, quizá, de dar claras explicaciones en pocas líneas y por tan corto tiempo de estancia, a una problemática que requiere tiempo de observación, tiempo de convivencia, ciertamente me ha dejado en parte defraudado. Porque a muy pocos argentinos bien paridos, perdonando la expresión, se les podría encontrar repitiendo "que lo peor de Argentina somos los argentinos".Y mucho menos encontrar entre los que amamos a nuestro pueblo, a nuestra tierra, alguien que diga "que ha cambiado su nacionalidad argentina por asco". Yo, personalmente, me encuentro entre los que "optaron" por una doble nacionalidad, que es cualitativamente diferente que "cambiarla", como quien cambia una moneda para su colección. Y "opté", como muchos otros, por causa de fuerza mayor y por un intento de profundizar la convivencia con los españoles, a los que, por sangre abuela paterna y materna y por mujer e hijo españoles, me encuentro profundamente ligado.
Creo, por tanto, que generalizar casos individuales es de por sí anticientífico, y en información sobre todo no favorecemos en nada con esa parcial manera de mirar la realidad al esclarecimiento de la verdad, a la comprensión de nuestro proceso histórico, que en sí mismo ya es lo suficientemente complicado.
Y por último, sin ánimo de caer en corrector del nuevo corresponsal, para quien deseo una buena labor periodística, no puedo dejar de callar este último "despiste" de M. Prieto, cuando en el periódico del viernes 1 de abril de 1983, en su artículo del día dice "que los nombres de Perón, Evita e Isabelita, son gritados hasta la saciedad con el puño de izquierda en alto...".
De verdad que en lo que coincidimos es que es "asombroso", visto al menos desde aquí, conociendo la realidad política de mi país, salvo que en mucho haya cambiado en estos últimos años... / Psicólogo.
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