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Próxima conferencia regional para tratar el conflicto centroamericano

El viaje que el presidente de Colombia, Belisario Betancur, acaba de realizar a Caracas, México y Panamá ha venido a relanzar la iniciativa de paz para Centroamérica que estos cuatro países habían adoptado el pasado mes de enero en la isla panameña de Contadora. La consecuencia inmediata será la convocatoria, en el plazo de dos semanas, de una conferencia regional de cancilleres, a la que serán invitadas todas las naciones del istmo.

Este proyecto cuenta ya con el apoyo del presidente de Costa Rica, Luis Alberto Monge, quien se reunió también con Betancur en Panamá. Se da por descontada la asistencia de Nicaragua, que en repetidas ocasiones ha expresado su acuerdo con esta fórmula, y probablemente de Guatemala. Falta por conocerse la actitud de Honduras y El Salvador, los dos países más dependientes de Estados Unidos, aunque en febrero sus cancilleres patrocinaron, junto con Costa Rica, una iniciativa similar.Si la propuesta reúne en torno a una mesa a todos los Gobiernos involucrados en el conflicto centroamericano, al margen de cuáles sean los resultados, Betancur habrá logrado más de lo que nadie esperaba al iniciar su viaje.

Durante sus tres escalas, Belisario Betancur ha ido precisando su estrategia para la paz. Al término de la entrevista-cena en Caracas con Luis Herrera Campins, pidió al presidente Ronald Reagan que respetase los principios de no intervención y autodeterminación en Centroamérica. Exigió también la retirada de todos los asesores militares como paso previo para una solución del conflicto.

En la isla mexicana de Cozumel clamó en tono profético porque el conflicto de Centroamérica no se resuelva desde la confrontación Este-Oeste, que contribuye a agravarlo. Una vez más, señaló que las injerencias externas en la zona han llegado a un punto alarmante para la estabilidad regional.

Encuentro en Cozumel

En el comunicado bilateral dado a conocer tras la conversación con el presidente Miguel de la Madrid, se subraya la necesidad de activar el diálogo y la negociación a partir de los principios expresados en la reunión de Contadora, entendiéndolos como una base conceptual para propiciar la negociación. El diálogo debe asentarse sobre tres pilares: renuncia al uso de la fuerza, no intervención en los asuntos de otras naciones y reconocimiento del derecho de autodeterminación. Mientras los presidentes de Colombia y México conversaban en la isla de Cozumel, sus colegas de Costa Rica y Panamá expresaban en esta última ciudad su apoyo a la iniciativa de Betancur. Ambos coincidieron en lograr "una paz sin exclusiones".

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