Asesinado en Portugal el observador de la OLP en el 16º Congreso de la Internacional Socialista

Isam Sartaui, representante de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en el 16º Congreso de la Internacional Socialista (IS), fue asesinado ayer en el vestíbulo del hotel donde la organización socialista celebraba su reunión. Un joven alto y con gafas, según los testigos, disparó sobre Sartaui cinco tiros. Cuatro alcanzaron al representante palestino, que murió en el acto. El agresor salió corriendo y no pudo ser detenido por la policía portuguesa.El zarpazo del terrorismo marcó la última jornada del 16º congreso de la IS, clausurado ayer en Albufeira, una pacífica localidad balnearia del sur de Portugal. Minutos antes de las diez de la mañana, Sartaui, admitido el jueves por el buró de la IS como agente de ligazón, era un hombre feliz: la resolución sobre Oriente Próximo, aprobada el día anterior, recogía las principales reivindicaciones de su organización.

A las 9.07 horas (10.07, hora de Madrid), la médica portuguesa que dirigía el equipo de urgencia del Hotel Montechoro daba por inútiles sus esfuerzos para reanimar al hombre extendido sobre el suelo en medio de una mancha de sangre: una bala en la cabeza y tres en el cuello y en el pecho habían acabado con la vida de Isam Sartaui. Al lado, aparentemente herido, estaba Anuar Abu Eisheli, el militante de la OLP que acompañaba a Sartaui en el congreso.

Eisheh, que fue trasladado al hospital de Albufeira en estado de choque, iba cubierto de sangre: se había echado sobre el cuerpo de Sartaui en un reflejo instintivo de defensa. Es tal vez el único que puede dar una descripción del asesino: un hombre de unos 30 años, con traje beis y gafas, que llegó hasta el representante de la OLP y vació sobre él el cargador de su pistola automática. El asesino se perdió rápidamente entre los arbustos del jardín del hotel.

Control fronterizo

El secretario general del Partido Socialista portugués, Mario Soares, entró inmediatamente en contacto con el primer ministro y la Presidencia de la República, en Lisboa. Tanto las autoridades portuguesas como las españolas, alertadas por el presidente del Gobierno, Felipe González, que se encontraba en la sala de reunión en el momento del atentado, dieron instrucciones para que se reforzara la vigilancia en todas las fronteras terrestres, marítimas y aéreas de España y Portugal.

Las críticas a las deficientes medidas de seguridad merecen una matización: al contrario de lo que acontecía con los jefes de Gobierno presentes o algunas personalidades, Sartaui no figuraba en la lista de personas que debían ser protegidas especialmente, relación que había sido facilitada tanto a la seguridad del hotel como a la organización o a la policía portuguesa.

Sarataui y Eisheh eran apenas unos invitados. La presencia de los palestinos había provocado polémica, en especial por parte del líder laborista israelí Shimon Peres, quien se negaba a admitir la representación de la OLP en el congreso por no considerarla socialista. Finalmente se llegó a una solución de compromiso: ambos representantes asistían al congreso en calidad de "invitados personales e individuales".

La única pista de que disponía la policía horas después del atentado era la de un individuo, supuestamente de nacionalidad marroquí, hospedado desde el miércoles en un hotel próximo al que ha acogido el congreso, que abandonó precipitadamente el lugar media hora después del atentado.

La policía también interrogó ayer al colombiano Oscar Guerrero, acreditado como periodista en el congreso y que había exhibido para su acreditación un carné de periodista emitido en España.