Mañana comienza la vista de recursos contra la sentencia del 23-F

Mañana se iniciará en Madrid, ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo, la vista de los recursos de casación presentados por el ministerio fiscal y los abogados defensores contra la sentencia dictada el pasado mes de junio por el Consejo Supremo de Justicia Militar contra los procesados por el fallido golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. A lo largo de la vista, el fiscal general del Estado, Luis Antonio Burón Barba, expondrá los motivos en los que basa su petición de que sean elevadas la mayoría de las penas impuestas a los implicados en el frustrado golpe.

Los abogados defensores, varios de los cuales se expresaron ayer con moderado optimismo sobre el resultado de la vista, harán hincapié en que el 23-F no hubo rebelión militar.De acuerdo con el recurso del fiscal y de algunos abogados, el general de división Alfonso Armada, condenado por el tribunal militar a seis años de prisión por un delito de conspiración para la rebelión, puede resultar el más perjudicado, por la revisión de la sentencia. El fiscal general señala en su recurso que Armada fue el "cabeza de la rebelión", delito para el que el Código de Justicia Militar fija como pena única la de 30 años de reclusión. El abogado defensor de Milans también afirma que fue Armada quien controló los principales pasos que culminaron con la ocupación del Congreso. El defensor del general de división, sin embargo, insiste en que existe "una falta absoluta y total de toda prueba" contra su defendido.

La vista se iniciará a las diez de la mañana en la sala de plenos del alto tribunal civil y se prolongara durante seis o siete jornadas hábiles. Tras la vista, el tribunal dispondrá de 10 días para dictar sentencia. El plazo puede ser prorrogado por la propia sala. Una vez dictada la sentencia, quienes resulten condenados a penas superiores a los tres años y un día de prisión serán expulsados de las Fuerzas Armadas, pero cumplirán sus condenas en centros militares.

Ninguno de los procesados podrá asistir a la vista. Quienes todavía se encuentran en prisión o recluidos en centros militares esperan con tranquilidad, según sus abogados, el desarrollo de la vista. Tejero, concretamente, invierte el tiempo de espera en el estudio de temas sobre derecho y en la lectura de biografías sobre Napoleón.

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