Aprobada, con condiciones, la ayuda militar de Reagan a El Salvador
Una de las comisiones del Senado norteamericano ha aprobado, con condiciones, el proyecto del presidente Ronald Reagan para aumentar la ayuda militar al Gobierno salvadoreño. Reagan pidió 110 millones de dólares (14.850 millones de pesetas) suplementarios para 1983.La subcomisión presupuestaria para operaciones en el extranjero condiciona su aprobación a una "iniciativa estadounidense que promueva conversaciones libres entre el Gobierno salvadoreño y sus adversarios, a propósito de las elecciones... y de otros temas que preocupan a ambas partes".
Otras tres condiciones son: el compromiso de Reagan de que no aumentará el número de instructores norteamericanos, ahora 55; que se promueva la mejora del sistema judicial salvadoreño; y una iniciativa de Washington encaminada a garantizar la seguridad de los testigos en los juicios que se desarrollan en El Salvador.
La izquierda salvadoreña, por su parte, ha reiterado que no aceptará las propuestas de pacificación formuladas por el presidente Álvaro Magaña, que incluyen una amnistía y la libre participación en las elecciones de diciembre próximo. El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) propone su propio paz de paz: total renovación de las estructuras económicas y sociales, una verdadera reforma agraria, un Gobierno de amplia participación y el rescate de la soberanía de El Salvador.
El FMLN llama mascarada y farsa a los propósito gubernamentales, elaborados, según la guerrilla, en Washington. Sobre la amnistía, el Frente pide al Gobierno que no haga el ridículo suplicando a los guerrilleros que depongan las armas, cuando en realidad es el Ejército el que se está rindiendo.
Con la asistencia de Estados Unidos, la Administración salvadoreña comenzará proyectos locales de recuperación económica, principalmente en los departamentos de Usulután y San Vicente.
En el departamento de San Miguel se están desarrollando violentos combates junto al volcán Cacahuatique. En Chalatenango, al norte, el Ejército ha lanzado una vasta ofensiva -2.500 hombres apoyados por aviación y artillería pesada- para desalojar a los guerrilleros, que son dueños de las dos terceras partes de la provincia.
