Moscú denuncia las armas antimisiles propuestas por Reagan
Moscú afirmó ayer que el propósito del presidente norteamericano, Ronald Reagan, de dotar a su país de un sistema de disuasión basado en los misiles antibalísticos violaría los acuerdos firmados al respecto por el Kremlin y la Casa Blanca.Con rapidez poco habitual, la agencia oficial Tass dijo ayer por la mañana -pocas horas después de que Reagan hiciera este anuncio- que "el despliegue de este tipo de defensas antimisiles sería una violación directa de los acuerdos soviético-norteamericanos sobre misiles antibalísticos".
Reagan anunció el miércoles por la noche su decisión de iniciar un programa a largo plazo para desarrollar este tipo de armamento, con el que lograría destruir los cohetes enemigos antes de que éstos alcanzaran sus objetivos.
Según Tass, este anuncio supone una nueva etapa en la carrera armamentista. Este paso, afirmaba Tass, muestra cómo Estados Unidos trata de imponer su superioridad sobre la URSS, "destruyendo el equilibrio aproximado que ahora existe en el mundo".
Otro despacho de la misma agencia mantenía que el discurso de Reagan era una muestra de histeria militar destinado a lograr la aprobación en el Congreso de su nuevo programa armamentista.
Según observadores citados por la misma agencia, el nuevo sistema antibalístico estaría situado no sólo en tierra, sino también en el espacio exterior, y daría a Washington la posibilidad de dar el primer golpe en un conflicto nuclear sin miedo a la respuesta enemiga.
Moscú alega en contra de este nuevo proyecto de Reagan que los acuerdos soviético-norteamericanos sobre misiles antibalísticos límitan su existencia a los basados en la región estadounidense de Grand Forks. Cualquier otro sistema diferente a éste no se encuentra contemplado en los acuerdos firmados al respecto.
El Kremlin sigue desconfiando fuertemente de la posible sinceridad de las futuras. iniciativas norteamericanas. En círculos occidentales de Moscú se da ya por seguro que Moscú piensa dar un nuevo niet a las propuestas que sobre desarme en Europa deberá avanzar Ronald Reagan en un discurso que pronunciará el próximo día 31 en Los Angeles.
Reagan planteará entonces la posibilidad de una opción intermedia: instalar menos euromisiles de los previstos en un principio a cambio de que la URSS disminuya el número de sus SS-20.
Estaposible iniciativa -que viene siendo prevista desde hace un mes en la Prensa occidental- fue rechazada ya en unas recientes declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores soviético, Andrei Gromiko, quien vino a decir que la instalación de un solo euromisil supondría el fracaso definitivo de las conversaciones que actualmente se celebran en Ginebra.
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