Científicos norteamericanos y británicos desconocen el agente causante del síndrome tóxico y piden mas datos epidemiológicos
El síndrome tóxico ha sido objeto de numerosos estudios por parte de la comunidad científica internacional, parte de los cuales han sido publicados en revistas especializadas, y ahora están siendo objeto de una evaluación científica por parte del grupo de trabajo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reunido estos días en Madrid. En tres estudios a los que ha tenido acceso EL PAIS, procedentes de Estados Unidos y Gran Bretaña, se resalta la imposibilidad de reproducir en animales los efectos del síndrome tóxico, la insuficiencia de datos epidemiológicos y la carencia de datos que permitan relacionar de forma definitiva la presencia de anilidas de acidos grasos en el aceite supuestamente tóxico con el envenenamiento masivo. Se apunta también la posibilidad de acción de determinados microorganismos, teoría esta que parece haber sido descartada definitivamente por la OMS, que hará públicas sus conclusiones mañana, al señalar un agente tóxico único como responsable del problema.
El informe sobre estudios con animales, respecto al síndrome tóxico, realizado por los Centros de Control de Enfermedades de Estados Unidos, con sede en Atlanta, Estado de Georgia, firmado por el doctor Renate D. Kimbrough, afirma que no fue posible producir ninguna enfermedad en animales de laboratorio mediante la administración de las muestras de aceite españolas relacionadas con el síndrome tóxico ni con el aceite de colza adulterado con anilinas y calentado, ni con anilidas de ácidos grasos. El mismo informe señala que ninguno de los aceites de colza analizados contenía una alta concentración de ácido erúcico, ni la enfermedad causada con este ácido se puede comparar a la aparecida en España.Los Centros de Control de Enfermedades de Estados Unidos, que se han servido para sus análisis de sus propios laboratorios, además de otros pertenecientes a la Food and Drug Administration, el Instituto Nacional de la Salud y el Ministerio de Agricultura hacen notar que el síndrome observado en España parece ser una nueva enfermedad que nunca ha sido descrita en animales y humanos como consecuencia de una exposición a productos químicos. El informe concluye que no es muy probable que la enfermedad haya sido causada por ingestión de un producto químico, que en todo caso sería ligeramente más plausible si el producto hubiera sido inhalado, ya que los pulmones han sido los órganos más afectados en la fase aguda de la enfermedad.
Este informe, como los restantes, hace notar que los informes epidemiológicos no dejan claro si la repetida exposición al aceite o el consumo total de aceite tuvo alguna influencia en la aparición y gravedad de la enfermedad. El estudio señala finalmente que el cuadro de la enfermedad no es consistente la trayectoria observada en casos de envenenamiento ni con la exposición a toxinas que provocan respuestas de tipo alérgico, y concluye que parece más probable que la enfermedad producida en España estuviera causada por un microorganismo todavía no identificado.
Investigación británica
Otro estudio sobre el síndrome tóxico realizado por la Unidad de Toxicología de los laboratorios MRC, del Reino Unido, señala que los experimentos realizados no han llegado a producir un modelo experimental para esta enfermedad en el ser humano con la utilización de anilidas sintéticas, con muestras de aceite procedentes de España y con muestras de aceite británico sin tratar, refinado o refinados tras la adición de un 2% de anilina. El informe señala también la naturaleza inusual de la enfermedad y concluye que es posible que el refino de un aceite de colza desnaturalizado con anilina no sea un proceso tóxico en sí mismo, sino que requiera una contaminación adicional para producir una mezcla responsable de este síndrome. Destaca asimismo que si uno o más componentes de la mezcla fueran de estabilidad limitada, la mezcla podría ser esencialmente muy tóxica, pero podría perder su toxicidad a lo largo de los meses transcurridos desde el comienzo de la epidemia. Lo que tendría mucha importancia para el estudio actual de las muestras de aceite procedente de España. Por último, el informe señala la necesidad de una nueva valoración de los datos epidemiológicos, que considera insuficiente, y hace notar la importancia, en casos como el que se ha dado con el envenenamiento masivo, de una acción rápida por parte del Gobierno del país afectado, para que la comunidad científica internacional pueda ser movilizada para evaluar las consecuencias y las causas de la enfermedad. También recuerda que el Consejo Europeo de Investigaciones Médicas ha elaborado una lista de científicos de numerosos países europeos que pueden actuar rápidamente para coordinar las investigaciones en casos de accidentes toxicológicos.
Causa doble
Finalmente, un reciente artículo, publicado en la revista Nature por dos investigadores del Instituto Salk para Estudios Biológicos de Estados Unidos, creado por el descubridor de la vacuna contra la poliomielitis, señala que el síndrome tóxico se debe a la asociación del efecto de un microorganismo, el Mycoplasma pneumoniae, y la ingestión de un determinado aceite como coadyuvante. Según estos investigadores, Robert S. Root-Bernstein y Fred C. Westall, el síndrome tóxico es una forma hiperaguda de infección por M. pneumoniae comparable a la encefalomielitis alérgica hiperaguda. Esta etiología dual explicaría el hecho de que no todas las personas que ingirieron el aceite contrajeron la enfermedad, lo que convertiría el aceite en una condición necesaria, pero no suficiente, para causar la enfermedad. Finalmente, los autores del artículo especulan con la posibilidad de que el aceite estuviera contaminado por el micoplasma, y recuerdan que hubo un brote de neumonía producido por este microorgasnismo justo antes de que se descubriera el síndrome.
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