México reduce sus precios a los niveles fijados por la OPEP

El Gobierno mexicano anunció en la tarde del lunes una baja en los precios de su crudo de exportación para equipararlos a las tarifas de la OPEP. El petróleo ligero, tipo istmo, se cotizará, con efectos retroactivos al 1 de marzo, a veintinueve dólares el barril, con un descenso de 3,50 dólares. El crudo pesado tipo maya baja de veinticinco a veintitrés dólares. El nivel de precios se ajusta así literalmente al acuerdo del cártel petrolero, aunque en este caso el descenso haya sido ligeramente inferior, porque también lo eran los precios anteriores.Por lo que se refiere a los volúmenes de exportación, el Gobierno ha decidido mantenerlos en millón y medio de barriles diarios. Esto no supone que México se desentienda de la decisión de la OPEP de reducir la oferta mundial de petróleo, ya que en la práctica hay que hablar más de una regulación del mercado que de una reducción.

Si se toman como datos de referencia los de marzo de 1982, se verá que sólo Arabia Saudí ha disminuido su producción. Un grupo de países se mantiene en los niveles de hace un año (Irak, Nigeria, Indonesia, Qatar, Ecuador y Gabón), en tanto que otro grupo incluso ha aumentado su cuota (Irán, Kuwait, Argelia, Libia, Emiratos Arabes Unidos y Venezuela).

Dentro de este contexto, México ha optado por mantener el techo que se había fijado hace dos años. Esto equivale de hecho a reducir en un 10% las ventas registradas en el último semestre del pasado año, cuando llegó a exportar 1,7 millones de barriles por día, debido fundamentalmente a un contrato adicional para la reserva estratégica de Estados Unidos. El crudo de exportación mexicano está compuesto por petróleo ligero y pesado al 50%, lo que significa que la baja real por barril para los clientes será de 2,75 dólares. En lo que se refiere a España, que está retirando de las terminales mexicanas unos 130.000 barriles diarios, aunque sus contratos se elevan a 220.000, esta baja equivale en los diez meses que restan de 1983 a un ahorro de 117 millones de dólares (más de 15.000 millones de pesetas).

La baja de su petróleo le cuesta a México una disminución en los ingresos de divisas de unos 1.500 millones dólares, lo que contribuirá sin duda a agravar su ya difícil situación financiera. Según un grupo norteamericano de estudios económicos (WE Fábrica América) esto impedirá que cumpla rigurosamente el convenio firmado con el Fondo Monetario Internacional. Este organismo maneja ya la posibilidad de que haya por parte mexicana un cumplimiento razonable del acuerdo.El análisis del Gobierno mexicano es, sin embargo, más optimista. El descenso en la entrada de divisas será compensado, opina la secretaría de Hacienda, por una previsible baja en las tasas de interés del mercado internacional.

El descenso de un punto en los intereses le ahorra a México el pago de 700 millones de dólares por el servicio de su deuda externa. El Banco de México asegura que las tasas en los mercados de Londres y Nueva York han descendido tres puntos desde el mes de septiembre a la fecha, y parece probable que vuelvan a descender, como mínimo, otro punto más antes de que finalice el año.

De acuerdo con estos cálculos, el Estado mexicano se ahorrará 2.800 millones de dólares respecto a las previsiones de seis meses atrás. La reactivación de la economía en los países industrializados puede jugar también a su favor con un aumento de las exportaciones no petroleras.