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El Gobierno de Marruecos implanta un rígido control para todas las importaciones

Todas las importaciones en Marruecos estarán sometidas en adelante al requisito de autorización previa administrativa. El Ministerio de Comercio marroquí ha decidido pasar todos los artículos que se encontraban en la lista A -de libre importación- a la lista B, sometida a autorización.

La oposición estima que con esta medida el Gobierno quiere, en realidad, ocultar la gravedad de la situación económica actual que en este terreno se reduce, según afirmaba ayer un editorialista, a que "no tienen divisas fuertes que pagar. El déficit de la balanza de pagos es crónico, y las reservas monetarias para las importaciones son sencillamente simbólicas", agregaba.Considera la oposición que esta medida constituye un reforzamiento de la ya pasada tutela burocrática sobre la economía, un obstáculo más al desarrollo de la actividad económica que se debate en una crisis sin precedentes, y un freno a la producción en muchos sectores.

En la lista A se encontraban fundamentalmente bienes de equipo, máquinas, productos complejos para uso tecnológico y materias primas y productos semiacabados que no se encuentran en el mercado local marroquí, pero que utilizan mucha empresas. El ministro de Comercio, Azzedine, Guessus, manifestó al comentar su medida, que se trata, de "una, disposición transitoria".

Esta decisilón tuvo lugar, precisamente, cuando de todos los sectores, oposición y oficiosos, recrudecen las críticas al Gobierno en materia de gestión económica, y cuando los datos hechos públicos sobre el estado de la economía confirman que ésta atraviesa uno de los períodos más críticos de su historia.

Déficit comercial.

El economista del Magreb informaba ayer, en un editorial, que "la erosión de la economía marroquí no es provisional". Según datos aportados por la revista, las inversiones cayeron en flecha, la producción ha descendido en 1,6% en 1982, con respecto a 1981, el déficit de la balanza comercial creció en 1981 en un 46% respecto a 1980, y correspondía a diez veces y media el valor de las exportaciones. En 1982, de acuerdo con la revista, la situación se agravó.El déficit comercial en los siete primeros meses de 1982 superó el valor de todas las exportaciones en el mismo período, y la diferencia se elevó al 124% del valor de las exportaciones. En 1981, la cobertura de las importaciones se había reducido a 48 días.

En 1982, de acuerdo con la misma revista, Marruecos se encontraba ya en la imposibilidad de pagar sus importaciones.

En 1981, el Gobierno había prometido crear 16.972 empleos. En realidad, suprimió 5.845 puetos de trabajo. Sin embargo, se agregaba. Más de 200.000 personas llegan todos los años al mercado de trabajo, lo cual puede dar ampliamente idea de la magnitud del paro. Sólo el 1% de las personas que solicitaron un empleo en las siete ciudades principales de Marruecos en 1982 lo obtuvieron. La mayoría de los que buscan trabajo, sin embargo, no pasan por los circuitos oficiales ni están registrados en ellos.

La exportación de mano de obra se ha convertido ya en Marruecos en la principal fuente de ingresos en divisas del Estado. Las transferencias de los trabajadores marroquíes emigrados se elevaron, en 1982, a 6.100 millones de dirhams (mil millones de dólares), una cifra muy superior a las exportaciones de fosfatos en el mismo período de 1982, que sólo representaron ingresos de 588 millones de dólares para marruecos. Esas divisas obtenidas por las remesas e los emigrantes equivalieron, en 1982, exactamente al importe de la factura petrolera de Marruecos. La importación de alimentos en ese período se elevó a 4.200 millones de dirhams, algo menos que los ingresos por la venta de fosfatos.

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