Solti y la Filarmónica de Lodres: la emoción de lo perfecto
En medio de un clima de gran expectación y entusiasmo, actuó en el teatro Real, presentada por Ibermúsica, la London Philharmonic Orchestra, bajo la dirección de sir Georg Solti. En programa, dos títulos máximos del repertorio: obertura de Tannhauser y Sinfonía heroica, y una obra de autor británico, el Concierto para orquesta, de John McCabe (Huyton, 1939).Solti pertenece a la misma generación que Karajan, Celibídache y Markevítch; estudió en Budapest con Bartok, Kodaly, Weiner y Donhanny, y su carrera es una de las más brillantes de nuestro tiempo; muy particularmente en lo que se refiere a grabaciones discográficas, terreno en el que Solti es millonario en premios y ventas.
Orquesta Filarmónica de Londres
Director: sir G. Solti, Obras de Wagner, Mc Cabe y Beethoven. Teatro Real, 9 de marzo.
Pertenece sir Georg a esa raza de directores que, con Toscanini como paradigma, hacen ideal de un objetivo: tocar bien. Como la Filarmónica londinense es un instrumento precioso, en sus individualidades y en su conjunto, Solti puede hacer maravillas y montar el espectáculo de la perfección. Quizá sea ese modo de tocar, esa calidad ínstrumental y orquestal la raíz de cuanta.emoción producen las versiones de Solti, menos dado, en cambio, a la profundización característica de otras grandes batutas de la escuela germana.
Pocas veces puede escucharse la entrada de la obertura de Tannhauser con tanta calidad sonora y tan increíble símultaneidad de ataque y equilibrio de intensidades. Y muy pocas nos llegará el ser vivo de la Heroica con tanta claridad y exactitud en todos los aspectos. Valores que deben entenderse definitorios de Solti, pues se producen con todas las orquestas que dirige. Falta, sin embargo, en el concepto de Solti capaz de tanta belleza en lo sonorola necesaria creación de constantes expectativas. Estamos siempre en la pura y perfecta instantaneidad, pero no a la espera de su proyección y consecuencia.
La tensión del discurso
En alguna medida -tómense las palabras con pinzas, pues estamos hablando de valores tan altos como la Filarmónica y Solti-, tal, circunstancia o carencia debilita la tensión del discurso.Ahora bien: escuchamos tocar bien tan escasas veces que un concierto como el del miércoles se erige en verdadera fiesta: lo fue verdaderamente para más de 2.000 personas, que gritaron su entusiasmo tras cada una de las versiones. La obra de Me Cabe, admirablemente escrita, responde a unos supuestos estéticos bastante afiliados al concierto de Bela Bartok (autor muy estudiado por Me Cabe), aun cuando no haya en los pentagramas del inglés ningún rastro sufriente, como existe en la obra del húngaro, incluso en esa llamarada de luz y cierto optimismo que es el Concierto para orquesta. La interpretación fue tan fascinante como cabe suponer cuando una orquesta entera se convierte en el gran virtuoso de las cien cabezas. La vibración rítmica y la imaginación colorística del músico inglés encontraron así una realización asombrosa.
Babelia
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