A vueltas con los rioja

.En el periódico del pasado 20 de febrero aparece un artículo sobre los vinos de Rioja, en el que revueltos pero no juntos andan los conceptos vertidos por su enviado especial. Le hablo como entusiasta de los rioja, sin distinguir entre pequeños vinicultores y grandes bodegas.Parece tendenciosa la fotografía de los depósitos, cuando todas y cada una de las grandes bodegas tienen cavas y barricas para la crianza. Es precisamente en estos depósitos donde puede darse mejor una fermentación lenta y fría que harán más potables los vinos.

Es inexacto, por otra parte, que los vinos de crianza se suban a la cabeza y que no ocurra tal con los vinos jóvenes. Debo hacerle ver al señor Barrenechea que tanto unos como otros tienen los mismos grados, y que incluso los vinos jóvenes pueden ser menos, digestivos a causa de su mayor acidez fija. Que el buen vino sea de la Ríeja alta es una apreciación gratuita del señor Barrenechea, quien no debe, olvidar que la pantorrilla de los vinos de la Rioja baja precisamente dan el cuerpo y la redondez de que ha hecho gala la denominación origen Rioja (sin distinción de provincias geográficas) durante años.

Estoy de acuerdo en que don José María Guerenabarrena y los cinco responsables de la Ardo-Etxea no pretenden desmembrar la Rioja. Pero simple y llanamente porque al pasar a llamarse sus vinos caídos de Alava no venderían ni el tapón.

La novedad del vino frutal y' joven se debe a una acción comercial magníficamente llevada por los franceses para ahorrarse tiempo, almacenamientos, manipulación y mermas, cosa que nuestros bodegueros asumen porque son, antes que comerciantes, auténticos vinicultores. De todas formas, también ellos sacan a la venta no sólo vinos afrutados y jóvenes, sino cavas y vinos del año, infinitamente mejores que los famosos Beaujolais-noveau. /