El rey Hassan II de Marruecos anuncia que las elecciones se celebrarán este mismo año
El rey Hassan II de Marruecos confirmó ayer que las elecciones municipales y generales, ya dos veces pospuestas y tan esperadas, tendrán lugar este año, aunque declinó precisar la fecha exacta de las mismas. En un discurso a la nación con motivo del 22º aniversario de su ascenso al trono alauí, pronunciado en la ciudad de Fez, el monarca indicó que "este año, si Dios quiere, serán elegidos representantes al Parlamento".
El rey, por otra parte, señaló ayer que su reciente entrevista con el presidente argelino, Chadli Benyedid, tendrá repercusiones beneficiosas para las relaciones entre ambos países y que constituía una etapa para el restablecimiento de las relaciones entre Argelia y Marruecos.Las elecciones generales debían haber tenido lugar en 1981, pero fueron pospuestas dos años en virtud de un referéndum de mediados de 1989, que prolongó con carácter retroactivo el mandato de los diputados de cuatro a seis años.
Este año, cuando una virtual campaña electoral ha comenzado ya, se ha dicho que si el referéndum de autodeterminación en el Sahara se lleva por fin a cabo, no procedería organizar elecciones generales marroquíes, en las cuales, naturalmente, deberían tomar parte los saharauis, porque ello podría interpretarse internacionalmente como una contradicción con la decisión del rey Hassan II de admitir el procedimiento referendario para el Sahara.
En su discurso, el monarca marroquí se refirió a su encuentro del pasado 26 de febrero con el presidente argelino, Chadli Benyedid, pero no añadió nada nuevo. Señaló que durante él habían tratado de la mayor parte de las cuestiones que interesan a los dos países y no precisó en particular si la cuestión del Sahara occidental había sido discutida.
Un comunicado oficial marroquí del día 27 precisaba, sin embargo, que este tema había sido tratado, y que el rey Hassan II dijo a Benyedid que Marruecos seguía dispuesto a admitir el procedimiento del recurso al referéndum de autodeterminación para los saharauis, y que Hassan II "había constatado la voluntad de Benyedid de obrar por la unidad africana y del Magreb".
En cualquier caso, la prensa marroquí interpretó ese encuentro a posteriori como la "voluntad de paz" de Marruecos, y estimaba que "ahora lo que procede es que quienes empuñaron las armas contra Marruecos las depongan" y que comenzase "una nueva era de construcción del Magreb y apoyo a las grandes opciones de la nación árabe".
Empuñar las armas
El diario Al Alam, órgano oficial del partido Istiqlal, expresaba, el pasado 1 de marzo, que la base para la solución del problema del Sahara es la que Marruecos propuso en Nairobi (1981) y que Argelia aceptó", y que el encuentro Hassan II-Benyedid "debería tener -como colofón el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y la solución,de todos los contenciosos que se originaron entre los dos países en los últimos siete años".El mismo diario un día después indicaba que tras "esa entrevista histórica ahora se impone el abandono de las armas" y añadía que todos los polisario "pueden regresar a su -patria en paz y seguridad" y estimaba que "todos los grupos cometen errores", pero que un proverbio marroquí dice que "el que se arrepiente de cometer un pecado es co mo si no lo hubiera cometido".
Este arrepentimiento que parecen solicitar los marroquíes es el que dista mucho de producirse. Precisamente ahora, menos de una semana después del encuentro Benyedid-Hassan II, se afirma que en las proximidades de Smara, en el interior del muro defensivo marroquí que protege el triángulo Smara - Laiun - Bu Craa, se combate intensamente.
La información, que no ha podido ser confirmada en Rabat, vendría a significar que el Frente Polisario, aun saludando los gestos de apaciguamiento marroquí - argelinos, entiende conservar su total libertad de acción en lo que al conflicto del Sahara concierne.
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