La CEE prorrogará las licencias solamente si hay acuerdo pesquero. con España para 1983

"Colonialismo" o no, la negociación pesquera hispano-comunitaria del miércoles no fue tan desastrosa como se pintó en un primer momento, a raíz de las declaraciones del secretario de Estado para las relaciones con la CEE, Manuel Marín. Con el principio de regresividad, la CEE ofrecía un 5% de reducción en la pesca española de merluza, en altura, lo cual resultaría acepatable. La equiparación de los palangreros y de los arrastreros por parte de la Communidad fue el tema más espinoso, pero la Comisión ofreció extender interinamente el régimen vigente hasta julio. "Que sea inaceptable, no significa que no lo tengamos que aceptar", señaló una fuente española.Tras las declaraciones de Marín sobre el lenguaje colonial de la CEE en este tema, la Comunidad tuvo bien cuidado en filtrar estos datos. En medios de la negociación pesquera se acusó a Marín de haber utilizado con sus comentarios esta sesión de negociación, a la que no asistió personalmente, en su propio provecho político para presentar como aceptable un acuerdo en los próximos días que no será muy diferente del que se hubiera podido lograr ayer.

Las duras declaraciones de Marín, estimaban fuentes dignas de crédito, sólo servirán para endurecer la postura comunitaria. La Comisión ha dejado en claro que, esta vez, de no llegar a una conclusión en las negociaciones pesqueras para 1983, no se ampliará la prórroga de las licencias de 1982 que expira el 31 de marzo.

Las negociaciones pesqueras se rompieron el miércoles en Bruselas sobre el tema de los palangreros que, dado su rendimientos, la CEE quiere equiparar a los arrastreros en las licencias, cuando la relación hasta ahora había sido de tres a uno. De aceptarse esta postura, un 20% menos de barcos españoles fanearían en aguas comunitarias, agravándose la situación laboral por el hecho de que muchos arrastreros han sido reconvertidos en palangreros.

La Comisión no quiere, indicaron fuentes comunitarias, que esta vez España siga su tradicional táctica de negociación, consistente en resistirse a un acuerdo para forzar así una nueva prórroga -la actual expira el 31 de marzo- de las licencias sobre la base del año anterior. Se necesitan quince días para preparar las nuevas licencias definitivas para 1983, y para evitar ambigüedades, la CEE insistió en que quedara constancia por escrito de esta posición en el acta final de la fracasada sesión de negociación "para que luego no digan los españoles", comentó una fuente. En resumen, si no hay acuerdo antes del 15 de marzo pueden quedar interrumpidas las actividades pesqueras españolas

Ataca Marín

Marín reiteró ayer que "este es uno de los asuntos más desagradables que tiene el Gobierno español entre las manos", añadiendo que .no se nos puede tratar así, tenemos la sensación de que se nos pretende aplastar en diversos sectores". Marín se encontraba en Bruselas para preparar con el vicepresidente de la Comisión, Lorenzo Natali, la reunión que tendrá lugar en Estrasburgo el próximo martes entre el propio Natali y los ministros de Asuntos Exteriores español, Fernando Morán, y alemán federal, Hans Genscher.

La Comisión parece haber superado sus reticencias internas en una reunión el miércoles respecto al documento sobre el capítulo agrícola de la negociación con España, que debe ser presentado el 20 de abril y elevado al Consejo de Ministros de la Comunidad; donde corre el riesgo teológico de perder la noción del tiempo.