Intercambio de mensajes con el Rey

El avión papal en el que Juan Pablo II inició ayer su viaje a América Central sobrevoló España alrededor de las diez de la mañana. Desde el aparato, el Papa envió al Rey de España un mensaje de salutación. "Al sobrevolar hoy las queridas tierras de España en mi viaje apostólico hacia los países de América Central, unidos a la Madre Patria por lazos de lengua, cultura y, sobre todo, de fe y fidelidad a la Iglesia, envío un cordial saludo a Vuestra Majestad, a la familia real y a los amantísímos hijos españoles, cuyo recuerdo permanece imborrable en mi memoria".En el texto papal se agregaba que "esa unión entre los pueblos de raíz hispánica me hace abrigar la esperanza de una renovación espiritual para la Iglesia, con benéfico influjo también para la sociedad civil, en aquellas naciones hermanas que participan de la profunda raigambre de religiosidad y adhesión -a los irrenunciables valores humanos y cristianos que pude comprobar en España y en sus instituciones, particularmente en sus familias". El mensaje del Papa concluyó con un "a todos os bendigo de corazón".

Juan Carlos I, en su respuesta a la salutación del Papa, le envió un telegrama que rezaba así: "Las palabras que expresáis, Santo Padre, en el cálido mensaje dirigido al sobrevolar el territorio español, me han llenado de honda satisfacción. La Reina, el Gobierno y el pueblo, españoles se unen a mí para formular a Vuestra Santidad los más fervientes deseos de que este viaje pastoral a tierras de raíz hispánica contribuya a una mayor unidad entre los pueblos hermanos de España y de que vuestra palabra de paz y concordia ayude al entendimiento de la comunidad internacional. De Vuestra Santidad devotísimo hijo Juan Carlos Rey".

Los obispos españoles, por su parte, expresaron ayer su solidaridad con los pueblos que recibirán la visita papal, "en sus sufrimientos y en sus esperanzas".

"Pedimos al Señor que los anhelos para lograr una paz en la justicia y una reconciliación sin interferencias ajenas a los propios pueblos, tantas veces propuesta, deseada e impulsada por el Papa y el Episcopado, sean el fruto de la presencia de Juan Pablo II en aquellas tierras entrañablemente queridas", afirma una nota de la comisión espiscopal española de Misiones y Ayuda al Exterior.