_
_
_
_
Reportaje:

Barcelona es el centro mundial del psicoanálisis en lengua castellana

La Escuela de Psicoanálisis y la Biblioteca Freudiana de Barcelona, ejes del lacanismo

Barcelona es la ciudad que cuenta con una mayor actividad psicoanalítica de toda España. Alrededor de 300 psicoanalistas trabajan en esta actividad. La existencia de la Escuela de Psicoanálisis, su actividad de cara a la formación de psicoanalistas y la facultad de dar o negar el pase la convierten en el principal centro mundial del psicoanálisis lacaniano en lengua castellana. Hay, sin embargo, al margen de la Escuela, muchos otros grupos que trabajan en la teoría y práctica de esta ciencia, aunque sin establezcer ni entre ellos ni con aquel centro ninguna coordinación, pese a tener unos objetivos parecidos: la formación de analistas y el desarrollo teórico y práctico del psicoanálisis.Hacia 1922 se inició en España, bajo el impulso de José Ortega y Gasset, la publicación de las obras completas de Siginund Freud, para satisfacer a los espíritus que mostraban curiosidad por las teorías que triunfaban en aquellos momentos en el extranjero.

El carácter presuntamente subversivo del psicoanálisis, que encuentra su principal descubrimiento en el insconciente constituído por represiones de origen sexual, suscitó un gran rechazo por parte del pensamiento religioso y moral de la primera mitad del siglo. Estos dos elementos, las críticas religiosas y morales y el hecho de que suponían un replanteamiento de muchos aspectos de la Medicina, marcaron la introducción del psicoanálisis en España.

Estas teorías encontraban especial resonancia entre quienes se interesaban por una medicina de vanguardia. Emili Mira y Angel Garma fueron dos de los principales receptores de esta corriente, que se interrumpiría con la llegada de la guerra civil y, después, por el exilio de buena parte de quienes se sentían sensibilizados por ella. Estos dos médicos fueron de los que tuvieron que salir de España, y, más tarde, se encontraron en Argentina con otros profesionales -especialmente judíos que huían de la Segunda Guerra Mundial- que, introducidos también en esta teoría, contribuyeron a la difusión del freudismo y a la creación de la Asociación Psicoanalítica Argentina.

Nuestra prehistoria

A partir de 1922 las publicaciones de psicoanálisis empezaron a circular y adquirir un carácter regular en España. La psiquiatría inició entonces un rápido proceso de apropiación del psicoanálisis y los efectos de ello se dejaron sentir en campos tan aparentemente dispares como la pedagogía, la sexología y el derecho. Una obra de López Ibor, Lo vivo y lo muerto del psicoanálisis (1936), puede considerarse que cerró este período inicial del psicoanálisis en este país.En 1951 Lopez Ibor reescribió su libro, que tituló entonces Agonía del psicoanálisis en recuerdo de Agonía del Cristianismo de Unamuno. Venía a ser el resumen de las reflexiones abiertas a partir de 1936, momento en que se inició la promoción de un psicoanálisis compatible con el nacionalcatolicismo. La reelaboración de esta obra constituye un nuevo hito en el asentamiento de la corriente y puso los cimientos para un debate que fructificaría, a partir de 1955, con Folch, Bofill, Núria Abelló y Julia Corominas en Barcelona, y con Rallo, Carolina Zamora, Portillo y Ruiz en Madrid, cuando se empezó a organizar la futura Sociedad Española de Psicoanálisis, que en 1957 fue aceptada por la Asociación Psicoanalítica Internacional (IPA) como grupo de estudios. Si en algunas opiniones "el franquismo expulsó al psicoanálisis" en 1956 Portillo, fundador y presidente de la Asociación Psicoanalitica española escribía en prólogo a un libro de Aichorn: "El traductor ha tenido ocasión de comprobar, hace escasamente dos meses, en conversaciones con altos dignatarios de la Iglesia católica en Roma, el interés con que sigue el Vaticano los progresos de la investigación psicoanalítica, con el fin de poder aplicar los nuevos conocimientos a la dirección espiritual". Empezaba un interés generalizado hacia el tema, de modo que en los años 60-70 las nuevas generaciones de intelectuales se interesaron por Wilhelm Reich y el freudomarxismo, y algunos sectores de la psiquiatría privada se abrieron al psicoanálisis, aunque la cultura oficial y la Universidad se mostraron muy reacias a todo ello.

El papel de Masotta

En este contexto, en noviembre de 1972 Ramón Sarró invité a Jacques Lacan a dar una conferencia en el Colegio de Médicos de Barcelona. Tuvo como única resonan cia un sólo artículo en la revista Anthropológica y un auditorio de un centenar de personas. Pero el ver dadero lanzamiento llegó en 1975 cuándo Oscar Masotta inició su trabajo pedagógico en España. Primero, residente en Londres viajaba periódicamente a Barcelona para desarrollar su programa de lectura de los textos freudianos Después Masotta fijó su residencia en Barcelona, coincidiendo con la llegada de muchos algentinos empujados por los problemas políticos de su país, que aportaron las reflexiones hechas al otro lado del Atlántico.En diciembre de 1976 Masotta convocó, en reuniones separadas, a los interesados españoles, y expuso su propuesta de fundar una biblioteca de textos de psicoanálisis que reuniera la bibliografía necesaria para la propagación del psicoanálisis en España. Oscar Masotta había escrito: "La transmisión de la teoría supone en psicoanálisis el análisis del analista y su relación con otros analistas, lo que equivale siempre a cierta transmisión oral del saber. Esta transmisión pertenece al discurso psicoanalítico".

La fundación de la Biblioteca Freudiana de Barcelona, realizada en 1977, convirtió a la ciudad en el centro del movimiento psicoanalítico en lengua castellana, e inició una gran labor de irradiación. Poco después se creó en Vigo la Biblioteca Galega de Estudios Freudianos, mientras se fundaba también la Biblioteca Freudiana de Valencia. Luego empezaron a organizarse a su alrededor otras actividades, como las I y II Jornadas de Psicoanálisis, que se celebraron en la Fundación Miró y sirvieron para convertir a la Biblioteca en un lugar de referencia internacional en psicoanálisis.

En 1979 murió Oscar Masotta. Sus discípulos constituyeron a partir de ese momento numerosos grupos, de los que el más numeroso es el de la Biblioteca, que dio lugar -en enero de 1981- a la Escuela de Psicoanálisis. Un segundo grupo se organizó en 1980 bajo el nombre de Psicoanálisis-Psicodrama.

Paralelamente, se fue potenciando el Centro de estudios Wilhelm Reich, que había sido fundado en 1977 en la localidad gertíndense de Figueres por el psiquiatra Carles Frigola y una hija del psicoanalista, Eva Reich.

Actualmente el panorama español está enriquecido por el hecho de que sendos institutos de psicoanálisis, afiliados a la Internacional de Anna Freud, siguen funcionando en Madrid y Barcelona. Los grupos Práctica freudiana y Grupo freudiano lacaniano, así como otros muchos psicoanalistas surgidos directa o indirectamente de la enseñanza de Oscar Masotta, han ido desarrollándose con regularidad.

En estos momentos la Escuela de Psicoanálisis de la Biblioteca Freudiana es el grupo más numeroso de Barcelona y cuenta con 120 socios. Aunque no hay una legislación que regule la existencia de estos grupos, la Escuela cuenta con una Dirección que tiene dos pivotes: la junta directiva que la representa jurídicamente y la dirección de enseñanza, que vectoriza el trabajo conjunto. En su Acto de Fundación, de enero de 1983, dice: "Para España, se trata de recuperar de manera crítica aquella propagación que se interrumpe con la guerra civil y que de entrada, tuvo sus límites en la falta de dispositivos para la formación de analistas y la consecuente transmisión de una práctica".

Germán Leopoldo García, el actual director de enseñanza y uno de sus impulsores desde el inicio, es un seguidor de Oscar Masotta. "La actividad de la Escuela se centra en dos vertientes: la experiencia analítica y el conocimiento teórico. El analista no se define por la pertenencia a un origen profesional o de particularidad histórica, sino por la realización de una práctica efectiva y por su transmisión y crítica entre aquellos que, como él, son el soporte de la misma", señala.

En algunos sectores psicoanalistas ajenos a la Escuela se la critica como fábrica de analistas. Para Germán García, "la Escuela no autoriza la práctica del psicoanálisis, sino que reconoce esta práctica; aquí no se puede garantizar la enseñanza del psicoanálisis como un proceso que tiene un principio y un final, pero sí que hay una actividad permanente de cara a la formación de analistas".

Jacques Lacan instituyó el pase como efectivo para la realización del psicoanálisis, que es lo que actualmente distingue al psicoanálisis lacaniano del resto. En este sentido, la Escuela, para Germán García, "reconoce la existencia del pase pero no garantiza su obtención de una forma mecánica". La aplicación del pase en la actividad de la Escuela es lo que convierte a Barcelona en la capital del psicoanálisis en lengua castellana. Actualmente Buenos Aires vuelve a tener una gran actividad psicoanalitica, pero allí no está vertebrada ni ínstitucionalizada.

El psicoanálisis tiene buenas posibilidades como terapia implantada en centros, según Germán García. "En Molins de Rei hay un centro, ya en funcionamiento, donde las sesiones se hacen a precios muy asequibles para todos, del orden de las 100 pesetas. En algunos hospitales, como el de Josep Fábregas, se ha empezado tambien a utilizar el psicoanálisis en los tratamientos".

La Escuela de Psicoanálisis de Barcelona ha publicado ya los dos primeros números de las revistas Sinthoma y Tyché, y cuenta con un amplio programa de actividades. En opinión de Germán García, la Escuela no está consolidada en tanto que los estudios se toman como de postgraduados y no hay continuidad: "Pero tenemos un grupo de 30 o 40 personas que suponen un núcleo de trabajo que sí tiene continuidad. Aportan un discurso analítico no producido aquí, que a la vez debe propagarse en la Escuela".

Un párrafo del acta de fundación de la Escuela dice: "Queremos subrayar que la topología aportada por Jacques Lacan propone, en cada lengua y en cada lugar, una exploración de recursos singulares". La mayoría de los psicoanalistas que han surgido en Cataluña han realizado su primera práctica con analistas argentinos, pero ahora la Escuela ya cuenta con un grupo que trabaja en el psicoanálisis catalán, según Germán García. "Ahora ya se puede empezar a hablar de un psicoanálisis catalán". Y, buena prueba de ello es el inicio de una producción ensayista específica: actualmente un sector de la Escuela trabaja en la elaboración de un libro que se titulará Principis fonamentais de la psicoanálisis.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_