Los atentados de ETA
El Norte de CastillaUn miembro del comité ejecutivo de Euskadiko Ezkerra, el señor Markiegui, acaba de hacer un comentario terrible pero exactísimo al nuevo atentado terrorista de ETA, en Tolosa: "Los responsables de la seguridad de los ciudadanos", ha dicho, "tendrán que variar sus planes: no necesitamos más policías, sino más psiquiatras", y ha añadido: "Si este pueblo no consigue como empresa colectiva llamar a las cosas por su nombre y persiste en autoengañarse con la idea de que crímenes como el de Tolosa son acciones de una guerra de liberación, perecerá víctima de los monstruos que crea en sus sueños". Es un diagnóstico perfecto.Ahora que Francia, y en no escasa parte Europa entera, está pendiente de un proceso como el que se levantará contra Klaus Barbie, se ha recordado de manera muy oportuna -y para evitar que se asista a un puro procedimiento de venganza- las muy lúcidas palabras del fiscal que actuó en el juicio contra Eichmann: lo importante, afirmó este fiscal entonces, es "mostrar el peligro de todo un sistema fundado en el terror, la violencia y el odio, tal como fue puesto en marcha por el nazismo". Pero es obvio que no sólo por el nazismo, y en estos mismos días hemos podido comprobar qué mimética puede ser la actuación de las que entonces fueron víctimas del nazismo o sus enemigos, como el señor Beguin. La siembra de la misma semilla produce el mismo fruto en todas partes, y el pueblo vasco, como muy bien dice el señor Markiegui, debe percatarse rápidamente del proceso de locura colectiva al que le conducen las acciones de ETA; y, para ello, debe llamar las cosas por su nombre; es decir, crímenes horrendos, vulgares y corrientes. Porque el no hacerlo así sólo serviría para potenciar ese sistema de horror, ya puesto en marcha, que devorará implacablemente a quien quiera engañarse: a un pueblo entero, desde luego, si éste se empeña en cerrar los ojos o volver la espalda a la realidad.
, 17 de febrero
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