_
_
_
_
_
Reportaje:La OLP, en la encrucijada

Arafat arrastra a los palestinos por el camino de la moderación

El futuro de la OLP, el camino a seguir para crear un Estado palestino, y su coexistencia con Israel se deciden esta semana en Argel

Los 315 delegados de la máxima instancia de la OLP, el Consejo Nacional Palestino (CNP, Parlamento en el exilio), pertenecientes a todos los grupos políticos y asociaciones que componen la central palestina, debatirán a lo largo de la próxima semana en Argel la oportunidad de seguir adelante con la estrategia moderada de su líder, Yasir Arafat.Abu Amar, nombre de guerra de Arafat, aun repitiendo que los palestinos potenciarán su actividad militar contra Israel, ha emprendido en realidad una política flexible que multiplica los contactos con el rey Hussein de Jordania para llegar a un acuerdo sobre la formación de una delegación conjunta jordano-palestina que negocie con Estados Unidos, e indirectamente con Israel, en torno al plan de paz del presidente norteamericano Ronald Reagan.

Más información
Los hombres de la OLP: Yasir Arafat
Abu Iyad
Faruk Kaddumi
Georges Habache
Abu Jihad
Nayef Hawatmeh

Los responsables palestinos han evitado rechazar de lleno el plan de paz estadounidense, que, aun no recogiendo su reivindicación fundamental, consistente en fundar un Estado independiente en Cisjordania y Gaza, preconiza la creación de una entidad -confederada con Jordania- en esos territorios ocupados y la interrupción de la construcción de nuevos asentamientos de población israelí.

Los grupos mas radicales de la OLP discrepan con esta opción conciliadora del máximo dirigente palestino y, sin llegar a poner su autoridad en tela de juicio se esforzarán probablemente en Argel por recortar su mandato.

Arafat, además de su facultad de persuasión, cuenta, para imponer sus tesis, con un amplío respaldo en el seno de Al Fatah, el principal grupo de la OLP, que le asegurará una mayoría holgada en el CNP.

El mandato de Hussein

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Aunque con matices, casi todas las tendencias representativas palestinas aceptan ya el principio de la confederación de Cisjordania con Jordania. Sus discrepancias giran en torno al mandato del que dispondría el rey Hussein para negociar en nombre de la OLP con una Administración norteamericana que se niega a dialogar directamente con la central palestina mientras ésta no reconozca explícitamente a Israel.

Arafat está dispuesto a otorgar al monarca hachemita un amplio margen de confianza en eventuales conversaciones, con tal de no quedar al margen de un esbozo de negociación mientras el ala marxista de la OLP se resiste a renunciar a dieciocho años de lucha armada para poner la suerte del pueblo palestino en manos de un reyezuelo que aplastó militarmente a los fedayin en septiembre de 1970.

Otro punto del debate consiste en determinar si las personalidades palestinas que integrarían la delegación común deben ser designadas por sus órganos directivos o bien serán nacionalistas independientes, como lo exige Washington, para evitar así dar la impresión de discutir de forma encubierta con los hombres de Arafat.

El 1 de marzo, cuando conozca las resoluciones adoptadas en Argel, Hussein tiene previsto anunciar si acepta participar en conversaciones de paz con EE UU.

Sobre el contenido de la negociación, la dirección de la OLP busca, según declaró a EL PAIS en Amman el alcalde destituido de la ciudad cisjordana de Jaljul, Mohamed Milheim, "una fórmula de compromiso entre el plan de paz árabe acordado en la cumbre de Fez y el plan Reagan" que permita satisfacer, aunque sólo sea simbólicamente, la principal reivindicación palestina: la creación de un Estado independiente que después se confedere.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_