El horario de los funcionarios
Es lamentable, y resulta un poco doloroso, leer en su periódico artículos como el aparecido el día 30 de enero de este año, en el que se vierten frases como: "El nuevo horario es una medida en contra de la mujer trabajadora" o "el problema de mayor incidencia y crudeza resultante de la implantación del nuevo horario se ha planteado en las numerosas funcionarias". Pero, ¿dónde se creen que estarnos? Miles de mujeres trabajadoras de este país- ATS, telefonistas, limpiadoras, obreras de fábricas, etcétera, vienen sufriendo desde siempre, no sólo un horario estricto, sino incluso rocambolescó -si se me permite la expresión-, que difícilmente pueden hacer coffipatibles con el resto de sus obligaciones familiares, a no ser a base de "soluciones improvisadas e insosterhbles". No les queda otra salida ni pueden presentar armas ante sus respectivos jefes para flexibilizar sus horarios. Sólo: o lo tomas o lo dejas.Desde hace años, a medida que la mujer se ha ido incorporando al mundo del trabajo desde los distintos cauces que ha tenido -sindicatos, colectivos feministas, etcétera-, se viene pidiendo una legislación laboral que contemple el problema global de ésta como trabajadora y como madre,. poniendo como -ejemplo la de otros países europeos. Hasta ahora, los esfuerzos han sido en vano.
Pero de pronto se forma el revuelo, e incluso en el editorial de ese mismo día se permite el lujo de decir que "había que cambiar ciertas utilizacione.s del calendario, los horarios de los colegios son incompatibles"; ahora se han dado cuenta. Parece que los cimierítos del país se han conmovido: artículos, entrevistas, debates, etcétera.¿Qué ha pasado? A un sector privilegiado hasta ahora -y como tal, no reivindicativIo- se le empieza a exigir que cumpla con su jornada; y, por favor, no me hablen de salarios de miseria -se po dríja hablar largo sobre este tema-; pero ¿piensan que el resto del país cobramos sueldos de millonarios? / .
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.