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Oswaldo Guayasamín expone en Madrid la ternura y el sufrimiento de la mujer ante las tragedias humanas

Oswaldo Guayasamín (Quito, 1919), expone desde ayer en la galería Biosca, de Madrid, 62 cuadros pintados en su estudio de Barcelona, todos ellos dedicados a la ternura, un homenaje a Dolores, su madre, y a todas las madres del mundo, como primeras y últimas receptoras del sufrimiento humano. Entre sus proyectos inmediatos más importante tiene previsto realizar un retrato al rey Juan Carlos y otro al presidente del Gobierno, Felipe González.

Después de dedicar sus primeros siete años de actividad artística a describir en cien obras la vida de los indios, negros y mestizos de América Latina en la colección que el propio Guayasamín bautizó con el nombre de Camino del llanto, estuvo veinte fructíferos años trabajando en La edad de la ira, trescientos cuadros en los que refleja toda la tragedia del hombre contemporáneo. Desde la guerra civil española hasta los efectos de la bomba atómica, o las tragedias de Chile o Argentina.Ahora, en estos últimos cinco años, y sin prescindir totalmente de sus temas anteriores, trabaja en la colección denominada Mientras vivo, siempre te recuerdo, colección en la que pinta la ternura y que dice dedicar a su madre y a todas las madres del mundo, "porque son las que más brutalmente reciben el impacto de las tragedias humanas".

Así, la mayor parte de las 62 obras que desde hoy pueden ver se en la galería Biosca están incluidas en esta tercera colección (Maternidad, Rostros y Manos), junto a algunos trabajos pertenecientes a épocas anteriores o re tratos de personas conocidas.

En un recorrido previo por la exposición, el artista explica los distintos colores utilizados para sus diferentes etapas pictóricas y la influencia recibida de los grandes pintores españoles. "El mayor peso de mi pintura es de Goya", explica, "especialmente en la forma de sentir los temas. El fue un hombre que no pudo sustraerse a las tragedias que le tocó vivir, y a mí me ocurre los mismo. Más, cuando en los últimos cincuenta años todo está rodeado de horrores, desastres y tragedias. Por eso, aunque la colección de la La edad de la ira ya esté terminada, el tema seguirá reflejándose en toda mi obra por la repercusión tan importante que tiene en mi vida".

Guayasmín, hijo de un taxista indio y madre mestiza, padre de siete hijos y divorciado tres veces, dice ser un hombre de izquierdas, aunque prefiere no entrar en materia política. Gran amigo del poeta Neruda, quien dijo de él que, era un creador de la imaginación histórica, le preocupa, de manera primordial, la defensa de los derechos humanos que refleja en sus últimas pinturas.

Vive habitualmente en Quito, dedicado a la Fundación Guayasamín, en la que trabajan sus siete hijos, y destina una media diaria de doce horas a su pintura. Dos o tres veces al año, viene a España, a su estudio de Barcelona, y se dedica a pintar con tranquilidad. "Barcelona es una ciudad que me gusta, es recogida y fascinante. Madrid es una ciudad demasiado nueva para mí".

Sin embargo, a la hora de pintar su ciudad española favorita es Toledo, "porque se parece mucho a Quito. Tóledo es una ciudad recogida y aislada, cómo rodeada por un río cuyo colorido cambia constantemente".

Entre sus múltiples viajes para exponer su obra por todo el mundo, por los países del Este o en los museos y galerías más importantes de Europa Occidental, tiene poco tiempo para contactar con los pintores exiliados de países latinoamericanos que intentan dar a conocer su arte fuera. "En realidad", explica, "conozco a pocos por falta de tiempo, pero es un tema que me importa muchísimo, porque muchas veces tienen que pasar por terribles dificultades. Hace unos días he cenado con Felipe González, gran amigo mío desde hace cuatro años y se ha mostrado muy preocupado por todos los temas relacionados con América Latina".

Como prueba de esa amistad con el presidente del Gobierno español, el pintor se ha comprometido a realizarle un retrato durante el próximo mes de mayo, casi a la vez del que realice al rey Juan Carlos, también obsequio de Oswaldo Guayasamín. "En principio, estaba previsto hacerlos ahora, en febrero, pero por el accidente del Rey hemos decidido aplazarlo hasta mayo. El trabajo va a ser televisado en Ecuador (no tarda más de dos horas en concluir un retrato) y no pareció apropiado que yo apareciera pintando al Rey cuando éste se encuentra en la cama. Preferimos que se le pueda ver en pie o paseando".

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