Otra bomba en una sucursal bancaria de Logroño

Sobre las tres menos cuarto de la madrugada del sábado hizo explosión un artefacto en las oficinas centrales del banco de Vizcaya en Logroño, seis días después de que fuera destrozada por otra bomba la sucursal número uno de este mismo banco, también en Logroño, reivindicada días después por ETA Militar.

La carga explosiva fue situada en la puerta principal, junto a la caja fuerte del servicio nocturno, y estaba compuesta, según las primeras impresiones policiales, por un kilo medio de trilita o goma dos al que se había aplicado un mecanismo de relojería, posiblemente activado eléctricamente. A consecuencia de la explosión quedaron afectados el techo y los ventanales del banco, así como comercios y viviendas próximas.

El delegado del Gobierno en La Rioja declaró, en conferencia de prensa, que no es sorprendente que ETA intente durante algún tiempo mantener esta presencia criminal para hacer notar que le es indiferente el hecho de que se haya levantado la posibilidad de constituir la mesa de negociaciones. Sus actuaciones, siguió diciendo, están orientadas hacia una presencia propagandística y para poner nerviosas a las fuerzas políticas que intentan la pacificación de Euskadi. El Partido Socialista de La Rioja hizo público ayer un comunicado de condena. Por otra parte, la federación de banca de UGT ha convocado para mañana un paro simbólico de una hora en el sector. Los empleados del banco de Vizcaya en Logroño se mantendrán el lunes una asamblea permanente.

Destrozado un comercio en Pamplona

Un artefacto, compuesto por más de tres kilos de Goma 2, hizo explosión sobre las 3.30 de la madrugada de ayer, sábado, en un establecimiento de electrodomésticos -Comercial Soria, propiedad de Ignacio Soria- de Pamplona, causando importantes destrozos materiales en el interior del establecimiento, viviendas próximas y en cuatro turismos aparcados en las inmediaciones. Un segundo artefacto, en esta ocasión de tres kilos de Goma 2, fue desactivado por artificieros de la Policía Nacional. Esta segunda bomba estaba colocada en la puerta de la sucursal que el banco Central tiene en el barrio de la Rochapea, de Pamplona.El primer artefacto, situado junto a uno de los escaparates del establecimiento, fue accionado por un sistema eléctrico, según informa nuestro corresponsal, Carmelo Ridruejo. La explosión de esta bomba originó importantes destrozos en el establecimiento comercial, aunque éstos fueron mitigados en parte debido a la gruesa persiana metálica que cubre los escaparates. Asimismo, cuatro vehículos aparcados en las proximidades y numerosos cristales de viviendas sufrieron los efectos de la onda expansiva.

Actualmente, los trabajadores de la empresa Ignacio Soria se encuentran en huelga desde hace más de 45 días en protesta por la regulación de plantilla, que la dirección pretende realizar con más de medio millar de personas en sus centros de Pamplona, Madrid, Barcelona y Logroño.