Los diputados conservadores ovacionaron la intervención del presidente francés ante el Parlamento de la RFA

El presidente socialista francés, François Mitterrand, pronunció ayer ante el Parlamento federal (Bundestag) un discurso que fue interrumpido en cuatro ocasiones por los aplausos de los democristianos (CDU-CSU) y liberales (FDP), mientras que los socialdemócratas (SPD) acogieron con silencio sus palabras sobre defensa.

,Mitterrand acudió ayer a Bonn con motivo del vigésimo aniversario del tratado franco-alemán. Helmut Kohl viaja hoy a París para tomar parte, en la capital francesa, en la segunda parte de las celebraciones. El presidente francés rechazó categóricamente que en las negociaciones de desarme de Ginebra se considere la fuerza nuclear francesa, afirmó "la decisión del presidente de la República Francesa" para llevar adelante el programa militar de 1984 a 1988 y aseguró repetidamente la pertenencia de Francia "a la misma alianza" que la República Federal de Alemania. Al final del discurso del presidente francés, por los pasillos del Bundestag, dos diputados comentaban, en tono humorístico: "¿Qué te ha parecido el socialismo a la francesa?".Las palabras de Mitterrand ayer en Bonn son agua para el molino del Gobierno de centro derecha (democristianos y liberales) y un revés para los socialdemócratas, cuando se pone en marcha con fuerza la campaña electoral para las elecciofies federales del 6 de marzo.

Las firmes palabras de Mitterrand sobre la política de defensa europea en favor de la vinculación a Estados Unidos y de la solidez de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) son argumentos para el canciller democristiano, Helmut Kohl (CDU), y el ministro de Exteriores liberal, Hans-Dietrich Genscher (FDP), que tratan de presentar al candidato socialdemócrata a la Cancillería, Hans-Jochen Vogel (SPD), como un riesgo para la seguridad nacional.

Coincidencia con Kohl

Los escaños de la derecha acogieron con aplausos, ayer en Bonn, las palabras de Mitterrand sobre el "doble acuerdo" de la OTAN, que el presidente socialista francés interpreta en términos idénticos al canciller democristiano germano occidental, Kohl. En las filas socialdemócratas, sólo el ex ministro de Defensa Hans Apel, el ministro de Estado para Asuntos Exteriores, Peter Corterier, y de forma un poco vergonzante, el ex canciller Helmut Schimdt, aplaudieron los puntos del discurso de Mitterrand sobre la defensa europea. El presidente francés rechazó categóricamente que "las fuerzas armadas francesas sean tenidas en cuenta en Ginebra en las negociaciones entre las dos superpotencias, que están ya superarmadas". Mitterrand añadió que en la discusión sobre el desarme se aludió a Francia y el Reino Unido. "El Reino Unido puede decidir por sí mismo, pero, en lo que se refiere a mi país, lo rechazo decididamente, porque creo que sería dañino para la paz en Europa". Añadió que desconectarse de Estados Unidos "sería peligroso".

La parte final de su discurso la dedicó Mitterrand a la Comunidad Económica Europea, y tuvo una referencia para la ampliación comunitaria a España y Portugal. El presidente ftancés repitió la tesis de que se necesita una Europa fuerte para poder acoger a "las jóvenes democracias del Mediterráneo", y dijo que "españoles y portugueses no llamarán a nuestra puerta para participar en una disputa interminable entre contables y expertos en presupuestos".