El Ministerio de Obras Públicas intenta no perder ritmo inversor

El Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU) estima que, por los compromisos contraidos en la contratación de años anteriores, sólo le queda libre para nuevas inversiones en 1983 un 20% de su presupuesto. Así lo reveló ayer el titular del departamento, Julian Campo, quien anunció la elaboración de un nuevo programa de viviendas, mejoras previas en la financiación del vigente plan trienal, la urgente definición de prioridades en carreteras, y una serie de proyectos de ley sobre aguas, arrendamientos y medio ambiente.En tanto espera un "incremento importante" en sus recursos anuales, que se acercan a los 300.000 millones de pesetas, el MOPU planteará al Gobierno algún tipo de norma para que parte del presupuesto del segundo semestre se adelante al primero. El objetivo es no paralizar el ritmo inversor con la prórroga de los Presupuestos del Estado de 1982 y el escaso margen de 1983.

"Como no se debe hacer cortes bruscos en la actividad", según Julian Campo, "el ministerio ha asegurado ya a los constructores que se va a cumplir la tercera y última fase del plan trienal". Por ello, además de haber asegurado la financiación para 1983, tiene el propósito de introducir ciertas mejoras rápidamente, para elevar el porcentaje de iniciaciación de viviendas (60% de las programas en 1981 y 65% en 1982). Asimismo, intentará acabar antes del verano un nuevo programa, con cambios en algunos aspectos financieros y técnicos.

Paralelamente, estudia con urgencia decisiones sobre la política de vías rápidas (mejor autovías que autopistas, debido a su menor coste), el nuevo proyecto de ley de arrendamientos urbanos (para enviarlo a las Cortes en otoño), el proyecto de ley de aguas, el de medio ambiente (desea terminarlo antes del verano) y, posteriormente, los de residuos sólidos, medio ambiente atmosférico, y proteccción de la naturaleza).