Estupor y desánimo entre el empresariado
La noticia del secuestro de Miguel Ignacio Echeverría fue acogida con estupor y desánimo por el empresariado vasco.Jesús Alberdi, secretario general de Adegui (Asociación de Empresarios Gipuzcoanos), manifestó que "con este secuestro, el problema adquiere ya una magnitud muy importante, y no sabemos si ello significa un ensañamiento a niveles empresariales". "Al margen de lo que supone el hecho por sí mismo", añadió, "este secuestro es de una gravedad muy importante, ya que, además de tratarse de una empresa guipuzcoana que es miembro de nuestra asociación, tenemos todavía muy cerca el tema de Orbegozo". "Todavía estamos acongojados y recogiendo información, pero tendremos que valorar el hecho con mayor tiempo y reflexión", agregó Alberdi.
Angel Umaran, presidente de la Federación Vizcaína de Empresas del Metal, declaró que, para "resolver estos problemas, es necesario trabajar en todos los frentes, ya que son muy complejos y con raíces hacia todos los estamentos sociales". "Es necesario", agregó, "que toda la sociedad se dedique a superar eso, aunque sea a largo plazo. No se puede resolver esta situación con un golpe de audacia ni energía, sino con trabajo y esfuerzo diario, aplicando incluso mano delicada". Señaló que la resolución del problema ETA debía basarse en "convencer al pueblo de que es su problema, planear a largo plazo, traduciéndolo en paciencia inagotable; ampliar colaboraciones y reforzar medios; diplomacia de los equipos de trabajo que se formen para paliar el caso ETA, y la necesidad de más equilibrio entre las acciones contundentes y las acciones inteligentes".
Un comunicado del Sindicato Empresarial Alavés (SEA), afirma que el secuestro ha sido perpetrado por "quienes quieren demostrarnos nuevamente su absoluto desprecio hacia todo un pueblo que se ha manifestado mayoritariamente contra la violencia y en favor de las vías institucionales como medio de resolución de los problemas políticos y sociales". "Este país", prosigue el comunicado, "necesita un cambio de rumbo que lo libre de esta espiral de violencia y del estado de postración en que se encuentra".
El SEA expresa su solidaridad con la familia Echeverría y manifiesta su apoyo a las autoridades autonómicas y centrales, así como a "cuantas acciones se estimen oportunas de cara a poner fin a este estado de cosas, confiando en que, de una vez por todas, se traspase el umbral de la pura retórica y se termine con la situación de desamparo en que se encuentra la población". El comunicado concluye con la solicitud de qué se "reflexione en profundidad sobre las gravísimas consecuencias de orden económico que se derivan de estos secuestros y del clima de violencia en general".
El Correo Español-El Pueblo Vasco publicó ayer unas declaraciones del industrial Luis Olarra, en las que éste manifestaba no tener noticia de que el ministro del Interior fuese a entrevistarse con los empresarios vascos sobre el problema terrorista y que, en caso de que esta reunión se celebrase, él reiteraría sus tesis en favor de restar facilidades a los comportamientos terroristas, "aunque hacerlo suponga perjuicios muy dolorosos para individuos concretos".
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