Torrente Ballester considera que toda promoción cultural "coopera con la transformación de España"
El escritor abre la Feria del Libro y del Disco de unos grandes almacenes
Veinte editoriales y catorce casas discográficas concurren a la primera Feria del Libro y el Disco que se inauguró el pasado viernes como experiencia piloto, en una planta del Corte Inglés de la Castellana, en Madrid. El pregón corrió a cargo del novelista Gonzalo Torrente Ballester, quien dijo, tras señalar que "perdemos trenes hace trescientos años", que "toda operación que propague los productos culturales coopera con la indispensable transformación de España".
Más de trescientas personas del mundo de la literatura y la música, varios académicos y muchos rostros conocidos, recorrieron, el viernes por la noche, la primera Feria del Libro y el Disco del Corte Inglés, abierta hasta la segunda semana del mes de febrero. Según fuentes de los mencionados almacenes, esta es una experiencia piloto, que se proponen continuar y ampliar los próximos años. Y parece una buena iniciativa, según consideraba Torrente Ballester que, en el pregón inaugural, hizo una panorámica de la conducta española ante el progreso y la cultura, para terminar diciendo que "aunque es tarea fundamental de los Estados la promoción cultural, cualquier iniciativa de los particulares debe ser apoyada, porque coopera con la ineluidible e indispensable transformación de España".La argumentación de Torrente Ballester comenzó con un elogio de los presentes: "Veo muchas caras conocidas de lo que yo sé, que es la, literatura, y estoy seguro de que también las hay de lo que no sé, que es la música". Y efectivamente las había: entre otros muchos, estaban Juan García Hortelano y Leopoldo Azancot, Angel María de Lera y Luis Rosales, Jesús Fernández Santos e Ian Gibson, que confraternizaban, rompiendo los compartimentos culturales estancos, con una María Jiménez embarazadísima, grupos de rockeros con pinta de punkies o cantantes tradicionales como Manolo Escobar. En el centro de la Feria, un stand del popular programa Los cuarenta principales, transmitirá en directo todo este mes.
Torrente Ballester continuó con la clásica petición de disculpas, porque, esta vez, iba a romper su propia tradición para "hablar en serio". Y en serio habló: comenzó diciendo que los españoles ahora "vivimos una situación semejante a otras anteriores, con una diferencia fundamental: que es la última". "España", dijo, "pierde trenes hace trescientos años, y este que está pitando delante de nosotros es el último, porque los que vengan detrás, tengo la impresión de que ya no serán trenes".
"El mundo va a sufrir un cambio tan radical, que se parece mucho a una mutación", sigue Torrente Ballester, "y este cambio en el ser está ahí, no por voluntad de los hombres, sino como resultado de las transformaciones y descubrimientos técnicos que vamos conociendo. Las minicomputadoras, por ejemplo, antes de diez años habrán transformado las burocracias de todos los estados. Este cambio hundirá en la desidentidad o en el folklore a los pueblos que no se hayan preparado para él, a los que no hayan adquirido la conciencia del mundo y el uso de sus instrumentos.
"La sociedad española no se encuentra preparada por deficiencias culturales. Los gobernantes de los últimos cuatrocientos años han estado de espaldas a la marcha del mundo". Y terminó, tras asegurar que su persona está al servicio de este cambio que siempre ha creído necesario, expresando su fe "si olvidamos el bonito deporte de poner zancadillas al Gobierno, y miramos el futuro con esperanza".
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