Exito de público y poca recaudación en el festival de 'cançó' por las inundaciones
Alrededor de tres millones y medio de pesetas han sido los beneficios netos del festival en favor de los damnificados de las inundaciones en Cataluña, que se celebró el martes por la noche en el palacio de los deportes de Barcelona y que organizó la Generalitat con la colaboración del ayuntamiento barcelonés. El número de entradas vendidas al precio de 450 pesetas, según fuentes de la organización, fue de 8.000, aunque la cifra de asistentes debe considerarse ligeramente más alta, dado el número de pases e invitaciones repartidos.Asistió al recital el propio presidente de la Generalitat, Jordi Pujo¡, quien hubo de escuchar algunas alusiones irónicas a Banca Catalana en boca de uno de los cantantes, concretamente de Pere Tápies. También aistieron el gobernador civil. de Barcelona, Ferran Cardenal, el candidato comunista a la alcaldía de Barcelona Jordi Solé-Tura, y el alcalde de la localidad de Pont de Bar, destruida por los corrimientos de tierras ocasionados por las inundaciones.
Los cantantes que colaboraron en el festival benéfico fueron María del Mar Bonet, Núria Feliu, Joan Isaac, Lluís Llach, Francesc Pi de la Serra, Raimon, Xavier Ribalta, Marina Rossell, Joan Manuel Serrat, Pere Tápies y La Voss del Trópico, que actuaron acompañados por los músicos Lleo Borrell, Joan Albert Amargós, Josep M. Bardagí, Jordi Clua, André Den Boer, Ricard Mirafles y Francis Rabasa, presentados unos y otros por la actriz Rosa Novell. Mandaron mensa es de adhesión j Gato Pérez y Sisa.
Orden alfabético para las actuaciones
Las actuaciones de los cantantes se realizaron por orden alfabético, a excepción de Núria Feliu, que cantó antes por exigencias de tiempo. Los cantantes más celebrados fueron Lluís Llach y Raimon, recibidos con gritos independentistas o reivindicando la unidad de los países catalanes, por parte de los nutridos grupos de militantes nacionalistas asistentes.
Joan Manuel Serrat, en cambio, fue objeto incluso de algunos gritos, ciertamente nada mayoritarios, de botifler (aplicado a quienes colaboran con los enemigos de su país), y su actuación fue recibida con mayor frialdad.
Pere Tápies consiguió arrancar numerosas veces la carcajada del público con sus comentarios y letras humorísticas e irónicas, y finalmente es de destacar la sorpresa final de la noche, deslucida por lo avanzado de la hora en que terminó el festival -las dos y cuarto de la madrugada-, de la interpretación de canciones de Joan Salvat Papaseit por La Voss del Trópico, fuera del tono habitual de este cantante.
El ambiente general del festival fue el normal en los recitales de canqó, con buena participación del público, ceremonia- de las velas -en los momentos más emotivos y una discreta politización.Los cantantes se dejaron fotografiar, reiteradamente juntos, principalmente en los casos de mayores enemistades históricas, aunque en el caso de Raimon, Serrat y Lluís Llach también explicaron una y otra vez que no era la primera vez en que volvían a actuar juntos en un mismo festival.
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