Descoordinación de los hospitales públicos de la Rioja
La falta de programación y de coordinación entre los centros hospitalarios oficiales de la Rioja está propiciando situaciones tan irregulares como que dos centros hospitalarios públicos de Logroño estén claramente infrautilizados, mientras que el Insalud ha de enviar los enfermos que no puede atender en la residencia de la Seguridad Social a clínicas privadas concertadas.
El hospital de La Rioja, dependiente de la comunidad autónoma, ha tenido durante los nueve primeros meses de este año un índice de ocupación del 58% de las camas. En 1981 este, índice fue varios puntos menor. Hace tres años se invirtieron en él unos 280 millones de pesetas para modernizarlo y poner fin a la típica estructura de los hospitales provinciales de final de siglo. Todavía no se tiene claro qué función asistencial ha de desempeñar en el conjunto de la estructura sanitaria. Su personal médico se compone de funcionarios y becarios. De los primeros, la práctica totalidad pertenece también a la plantilla de la Seguridad Social.Las conclusiones que arroja una auditoria realizada por la inspección médica sobre el hospital de La Rioja a la que nuestro periódico ha tenido acceso, recomiendan suprimir algunos servicios infrautilizados para evitar duplicidades inútiles con los de la residencia, según ocurre en traumatología, medicina interna, oftalmología, urología, radiología, obstetricia, pediatría y otorrinolaringología. En algunos de estos servicios sólo existe un médico, ayudado por algún becario, y su índice de ocupación es mínimo.
Otra de las conclusiones es que el hospital de La Rioja ha de aumentar su rendimiento quirúrgico. La utilización de los dos quirófanos es de 1,49 intervenciones diarias, mientras que para que fueran rentables en medicina se admite, que deberían tener como mínimo cuatro intervenciones diarias.
También se aconseja aumentar el índice de ocupación. Ahora bien ésta no puede ser mayor mientras no se le dote del personal asistencial necesario. En estos momentos, y aun recurriendo a la figura del médico becario remunerado con 18.000 pesetas al mes en su primer año de trabajo hospitalario y al que no se le reconoce su especialización por no star considerado el hospital como centro de enseñanza, carece de la infraestructura de personal sanitario y auxiliar para poder aumentar su índice de ocupación.
67 millones de déficit
La auditoría indica por último que el hospital debería contar con médicos que tuvieran dedicación exclusiva, para aumentar el reducido número de horas de la actividad hospitalaria, que en estos momentos oscila entre tres y cinco horas diarias.El actual director del hospital de La Rioja, doctor Alegre, coincidiendo en gran parte con este diagnóstico, reconocía lo absurdo de la actual falta de coordinación hospitalaria en la región. "Nos falta la idea filosófica de lo que debe ser este hospital. A mi juicio la residencia sanitaria puede cubrir perfectamente las necesidades de cuidados máximos en toda la provincia. Este hospital tendría que dedicarse a otro tipo de cuidados medios complementando aquellos servicios saturados o inexistentes en los demás centros oficiales. Podíamos crear servicios de ámbito regional que requieran poca plantilla y le den categoría al centro como son la bomba de cobalto, el servicio oncológico y una unidad de medicina nuclear. La dedicación plena del personal médico es indispensable para que el centro pueda funcionar las veinticuatro horas".
El hospital de La Rioja tiene un déficit de 67 millones de pesetas al año. Su principal cliente es la seguridad social que cubre el 82% de las camas utilizadas. El 18% restante son de beneficencia. Según el doctor Alegre, el actual concierto de la Seguridad Social con la comunidad autónoma no cubre ni el 60% del gasto real de la cama.
Cuando la clínica privada Clavijo denunció unilateralmente su concierto con la Seguridad Social, el Insalud trató de canalizar los enfermos hacia el hospital de La Rioja, cuyo índice de ocupación era muy bajo, contestando la diputación de La Rioja que no había camas de medios disponibles para atender a más enfermos. El consejero de Sanidad ha alegado que el hospital no podía responsabilizarse de unos servicios para los que no disponía de medios suficientes. Respecto al bajo índice de ocupación piensa que tal vez sea porque La Rioja está bien dotada en cuanto a la demanda de camas. Incluye aquí a las clínicas privadas comprometiéndose a hacer todo lo necesario para que no desaparezcan.
400 millomes en conciertos
Según otras fuentes sanitarias consultadas, el dinero de los conciertos con la clínicas privadas, que puede ascender a unos cuatrocientos millones de pesetas anuales, podía haberse utilizado para mejorar asistencialmente los centros públicos. Piensan que con la potenciación del hospital de La Rioja y del hospital de San Pedro, que depende del organismos autónomo Administración Institucional de la Sanidad Nacional (AISN), éstos podían hacerse cargo de gran parte de los enfermos que son atendidos en centros privados. Estas mismas fuentes responsabilizan en gran medida a los órganos políticos regionales de mantener una infraestructura sanitaria privada al no dotar de medios al hospital de La Rioja, cuando las normas indican que se deberán utilizar preferentemente los hospitales públicos y subsidiariamente los centros privados.Situación parecida a la del hospital de La Rioja es la del llamado hospital de San Pedro, dependiente en última instancia del Ministerio de Sanidad. Montado en su día para atender a trescientos enfermos de tuberculosis, hoy carece de función definida. Prácticamente se está convirtiendo en un centro geriátrico con una capacidad de ocupación máxima de 150 camas. Tiene buenas posibilidades de reforma y ampliación pero se carece de una idea clara sobre la finalidad que ha de cubrir, porque no existe un plan sanitario regional.
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