La cátedra de 'ballet' clásico de Madrid tiene titular, después de 15 años de interinidad

El resultado del concurso-oposición para la cobertura de la cátedra de ballet o Danza Clásica de la Real Escuela Superior de Arte Dramático y Danza se ha hecho público en la semana de Navidad. Esta oposición se celebró los días 17 y 18 de diciembre, tras una serie de prórrogas sucedidas a lo largo de más de quince años. En ese tiempo, la cátedra, fue ocupada de forma interina por Ana Lázaro, cuya gestión ha sido criticada por un nutrido grupo de profesionales españoles del ballet. La bailarina Aurora Pons, adscrita a la cátedra de Danza Española -ocupada por Mariemma-, es ahora la catedrática titular de Danza Clásica.

El retraso y el aplazamiento han sido la tónica general en el camino legal para resolver la prolongada interinidad de la cátedra de ballet o Danza Clásica en la Real Escuela Superior de Arte Dramático y Danza.La primera convocatoria de concurso-oposición para la cátedra de Danza Clásica en Madrid se hizo el 8 de mayo de 1967. Para entonces, la bailarina Ana Lázaro ya ocupaba dicha cátedra de forma interina (desde el 10 de marzo de ese año) y fue admitida como única candidata.

Sin embargo, la prueba no se celebró, ya que el Ministerio de Educación y Ciencia declaró caducada esa convocatoria. El 28 de junio de 1968 se abrió un nuevo plazo de solicitudes y en octubre se citó a los aspirantes para abril de 1969, pero la oposición quedó otra vez suspendida, hasta nuevo aviso, "por imposibilidad de reunir a los miembros del tribunal en la fecha indicada".

Pasaron unos cinco años sin que salieran más convocatorias de oposición a la cátedra de Danza Clásica, y al nuevo anuncio le siguió una nueva suspensión. La llamada, a examen que siguió en 1981 también resultó frustrada, debido a un error de forma, "por no haber transcurrido entre la publicación en el Boletín Oficial del Estado de la convocatoria (27 de marzo) y el comienzo de los ejercicios (5 de mayo) el tiempo reglamentario".

El 2 de enero del presente año se realizó una convocatoria de oposiciones libres para la cátedra en cuestión (el 1 de febrero), pero el examen se celebró veinticuatro días más tarde de lo previsto, ton Ana Lázaro como candidata única. Los miembros del tribunal no dieron su aprobación a la opositora y declararon desierta la plaza. Hecho que fue bien recibido por Antonio, Víctor Ullate y otros conocidos bailarines y profesores de danza, quienes habían firmado sendas cartas criticando la gestión de Ana Lázaro como catedrática interina. Según ésta, "los ataques son producto de lo codiciado que es mi puesto; decir que no valgo es el recurso del pataleo" y la existencia o no de una irregularidad en la Real Escuela Superior de Arte Dramático y Danza "es un problema de conciencia del Ministerio de Educación".

El aspecto económico

A juicio de Miguel del Barco, director del Real Conservatorio Superior de Música y presidente del tribunal que ha intervenido en la última oposición a la citada cátedra, la tardanza en resolver la situación profesoral de la escuela de danza y cubrir la prolongada ausencia de titular en la cátedra de ballet clásico ha tenido su origen "en el tema económico, en la infradotación".Fuentes del Ministerio de Educación y Ciencia manifestaron el pasado mes de agosto que sería celebrada en septiembre una oposición restringida para solventar la titularidad de la cátedra d e Danza Clásica, pero ésta se convocó por fin el 16 de diciembre, de acuerdo con la información aparecida en el BOE del 25 de noviembre. No obstante, la celebración de la prueba se retrasó un día por el impedimento de asistencia de uno de los miembros del jurado calificador. Este quedó constituido por José Andrés Oliva, profesor de música, y los profesores de ballet Juan Magriñá, Soledad Pérez Sierra y Clara Eugenia Sabaresy.

A propósito de los ahora repetidos retrasos en las fechas de examen, Del Barco sostiene que los han motivado "los errores a corre gir de lo publicado en el BOE" y el tiempo que se debe emplear en contactar a los miembros del tribunal examinador". Por otra parte, su opinión es tajante acerca de la comentarios entre el alumnado de la escuela y ciertos sectores del ballet profesional. "No hay nada oculto", dijo antes de conocerse el resultado de la oposición, negando rotundamente la postura "pro Lázaro" del jurado.

La calificación, hecha pública cuatro días después del examen, desmentiría esa sospecha, pues dio como ganadora del concurso-oposición, con la máxima puntuación, a Aurora Pons (cinco años como profesora en la escuela) y dejó eliminadas á otras dos aspirantes para cátedras de Danza Clásica en Valencia,y a la catedrática interina, Ana Lázaro, que se mantiene, por tanto, en esta situación.

En cualquier caso, el ambiente en el que se celebró la prueba (conferencia sobre historia de la danza y plan de estudios, dos interpretaciones y muestra pedagógica) fue muy tenso, especialmente durante las intervenciones de Aurora Pons y Ana Lázaro. El anfiteatro de la escuela se llenó a rebosar y el presidente del tribunal tuvo que hacer llamadas al silencio.

Ana Lázaro considera injusta su descalificación ("sé que mi examen fue brillante") y lamenta que "haya sido producto del caciquismo y los intereses existentes en el tema de la danza". Dice que es objeto de una larga persecución, "iniciada desde mi negativa a la integración de Danza Clásica con Danza Española, propugnada por Mariemma".

Según Ana Lázaro, esta bailarina "influyó para que fuera creada hace tres años una cátedra de Danza Clásica dentro de la sección de danza folklórica española, cátedra que ahora ha obtenido Aurora Pons. La cátedra que yo ocupo constituye una sección en sí misma. No tengo la culpa de que durante todos estos años se hayan ido convocando oposiciones que luego se han dejado caducar".