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Incertidumbre en Portugal sobre el sucesor de Pinto Balsemao

El general Antonio Ramallho Eanes, presidente de la República portuguesa, anunció anoche su aceptación de la dimisión del primer ministro Francisco Pinto Balsemao al frente del octavo Gobierno constitucional de Portugal, formado por quince miembros. Este Gabinete continuará en funciones hasta la toma de posesión del nuevo primer ministro, cuya designación resulta hasta el momentocontrovertida y despierta la incertidumbre en los medios políticos portugueses. Será el Partido Socialdemócrata del primer ministro dimitido quien designe su sucesor.

Ramallho Eanes recibió ayer a Pinto Balsemáo que le presentó su petición de dimisión de jefe del tercer ejecutivo de la coalición de centroderecha Alianza Democrática integrada por los partidos socialdemócrata (PSD), democristiano (CDS) y Popular Monárquico (PPM).Anoche, Pinto Balsernáo presidió una reunión de la comisión política del PSD, el principal partido de la coalición, en la que se discutió la estrategia a seguir en el seno de Alianza Democrática y la designación del candidato que le sucederá.

El vicepresidente socialdemócrata, Henrique Nascimento Rodrigues, manifestó al término de la reunión que se barajaron varios nombres, pero será el propio Balsemao quién decidirá finalmente, de acuerdo con el encargo que le hizo en este sentido el consejo nacional del PSD del pasado fin de semana tras dimitir.

Las probabilidades de que el futuro primer ministro sea Carlos Mota Pinto parecen cada vez menores. El mismo informó a la Prensa que no consideraba posible la aceptación de la propuesta que le fue formulada por Pinto Balsernáo en las condiciones impuestas el domingo por el consejo nacional del PSD.

Mota Pinto pretendía que el actual Ejecutivo se mantuviese en funciones, por lo menos hasta mediados de enero, aprovechando el plazo así creado para "resolver algunos asuntos de Estado que se encuentran pendientes", como el debate parlamentario sobre el presupuesto para 1983 y el nombramiento de los nuevos mandos militares.

Parece sobre todo que Mota Pinto llegó a la convicción que su pase por la presidencia del Gobierno era, en la óptica de la dirección del PSD, un episodio transitorio, destinado a dejar a Pinto Balsemao las manos libres para dedicarse al partido y a la, preparación del congreso nacional, del que espera un regreso con fuerza a la dirección de la política nacional. Frente a, la negativa de Mota Pinto y de Salgueiro, el actual ministro de Hacienda, que mantiene su rechazo de cualquier encargo ministerial fuera de un equipo presidido por Pinto Balsemao, empiezan otra vez a barajarse otros nombres de presidenciables; el nombre de Viana Batista, actual ministro de Transportes y Comunicaciones, está perdiendo terreno en favor de otro miembro socialdemócrata del Gobierno dimisionario, Meneres Pimentel.

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