Regalo de Ràfols Casamada
Hace unos días apareció en EL PAIS una información sobre la nueva sala del Ayuntamiento de Barcelona, cuyas cuatro cúpulas han sido decoradas por el pintor A. Ràfols Casamada. La información, en términos generales, estaba bien hecha, pero planteaba alguna confusión, especialmente en el tema del importe económico de las pinturas de Ràfols Casamada. Para aclarar el tema, debo precisar que estas magníficas pinturas han sido ofrecidas gratuitamente a la ciudad por su autor. Como lo fue en su día la escultura de Miró en el Escorxador, y como lo será la que está preparando Tàpies en homenaje a Picasso. Lo único que ha tenido que abonar el Ayuntamiento ha sido el importe de los trabajos auxiliares: andamio, colocación de las telas, etcétera, lo cual, como puede usted suponer, es una cifra insignificánte ante el valor extraordinario de las pinturas de Ràfols. La ciudad, por tanto, debe rendir un tributo de agradecimiento a estos artistas que desinteresadamente han colaborado en la cualificación del patrimonio cultural de la ciudad. / Delegació de Serveis d'Urbanisme.
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