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Italia protesta por la detención en Bulgaria de dos turistas

Italia ha endurecido bruscamente el tono contra Bulgaria, mientras la investigación sobre el atentado contra el Papa, once días después de la detención de Serguei Ivanov Antonov, abre nuevas perspectivas sobre la llamada pista búlgara.En el plano diplomático, el Gobierno italiano, dejando de lado la discreción que observaba desde el principio del asunto, convocó el sábado al embajador de Bulgaria en Roma, Vanelin Kozev, para señalarle que consideraba "inadmisible" cualquier intento de establecer una relación entre el caso Antonov y el de los dos italianos encarcelados desde el pasado mes de agosto en Bulgaria bajo acusación de espionaje, según se había sugerido en Sofía.

En cuanto a la tesis de las autoridades búlgaras de retirar el caso a la magistratura italiana para resolverlo a nivel político, el Gobierno italiano recordó al embajador que la magistratura, en su país, es independiente del poder ejecutivo, que Italia asegura la defensa de los derechos humanos y solicitó "las mismas garantías" para los dos turistas italianos, Paolo Farsetti y Gabriella Travesin, que están detenidos en Sofía.

Con respecto a las investigaciones, tras la detención de Antonov el pasado 25 de noviembre, el juez instructor emitió una orden de captura contra Vasiliev Juelio Kolev, secretario del agregado militar de la Embajada búlgara en Roma, que regresó a su país el pasado mes de junio, y parece que un tercer búlgaro, Teodorov Ayvazov, cajero de la Embajada, que también regresó a Sofía hace unos quince días, está implicado en el atentado contra el Papa.

Por otro lado, las investigaciones sobre el enorme tráfico de armas y de droga han conducido a la magistratura italiana a Turquía, a través de Bulgaria y, finalmente, se recuerda el caso de un sindicalista italiano, Luigi Scricciolo, acusado de prestar apoyo a las Brigadas Rojas tras haber mantenido contactos con dos funcionarios de la Embajada búlgara en Roma, que fueron expulsados poco después, en enero de 1982, cuando fue liberado el general norteamericano James Lee Dozier, secuestrado por la organización terrorista italiana y, posteriormente, liberado.

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