Descubrimientos sobre la presencia romana en Cantabria

El descubrimiento en los sótanos de la parroquia del Cristo de un importante yacimiento romano, con muros, conducciones, material de construcción y osarios, no sólo ha permitido ampliar el conocimiento en torno a la presencia romana en Cantabria, y más concretamente en Santander, sino que posibilita retrotraer el estudio de la historia de la capital de Cantabria del siglo XI, del que databan los anteriores documentos, al segundo. Las excavaciones fueron realizadas por los arqueólogos cántabros Joaquín González Echegaray y José Luis Casado Soto.Aunque la pretensión de los dos arqueólogos era la de encontrar un antiguo horno de calefacción situado en los sótanos de la iglesia, sorprendentemente los trabajos realizados han puesto al descubierto el yacimiento romano que contiene múltiples muestras de ladrillos, tejas y cemento, utilizado en esa época, así como restos de algunas construcciones, posiblemente fortificaciones.

Entre éstas destaca un recinto abovedado edificado con piedra de sillería y que, según todos los datos documentales de que se dispone, fue el relicario que sirvió para guardar las cabezas de los mártires San Emeterio y San Celedonio, patrones de Santander, hasta 1553. Asimismo, han sido hallados numerosos restos humanos, cuya antigüedad no ha podido ser aún precisada. Las excavaciones se han prolongado durante más de mes y medio y abarcan más de 63 metros cuadrados del subsuelo de la antigua abadía de San Emeterio y San Celedonio, ahora parroquia del Cristo.

La cripta de la catedral santanderina es uno de los pocos lugares de la ciudad donde era posible descubrir vestigios de otras épocas, ya que el resto de la puebla vieja medieval se vio afectado por las obras de reconstrucción de la ciudad tras el incendio de ésta en 1941. Con el yacimiento encontrado puede afirmarse que en parte del actual emplazamiento de la capital de Cantabria existió una destacada fortificación romana.

Hasta el momento, la presencia romana en Cantabria sólo había sido puesta al descubierto a través de las excavaciones realizadas en los yacimientos de Julióbriga, en las cercanías de Reinosa, y donde aparece claramente la estructura de base de una construcción romana, posiblemente un fortín para la defensa de la amplia zona que se domina desde su ubicación. Flavióbriga, en Castro Urdiales, en donde el puerto romano sería destruido en 1978 por decisión del alcalde de la villa, Manuel Gutiérrez Elorza, al rellenar la ensenada, conocida por El Sable de Urdiales, en el que se encontraba situado, para construir en su lugar un pabellón polideportivo, y Valdeolea. Las excavaciones han contado con el respaldo económico del Ayuntamiento de Santander.