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Leonardo Sciascia visita Salamanca, tras las huellas de los últimos días de Miguel de Unamuno

Las escasas dos horas y media empleadas por Leonardo Sciascia en recorrer ayer las calles salmantinas, que tanto paseó, medio siglo antes, su admirado Unamuno -"siempre me ha interesado mucho, sobre todo por sus contradicciones de los últimos momentos"-, no le permitieron ahondar en el conocimiento de esas últimas fechas, trágicas, de don Miguel que él pretendía conocer en la zona universitaria de la parte vieja de Salamanca.

La emoción confesada del escritor-diputado radical italiano le llevó a contemplar la universidad, las catedrales, la calle Bordadores y, al final, la estatua de Miguel de Unamuno frente a la casa que él habitó. Allí, un recuerdo ante el homenaje en bronce que la ciudad de Salamanca brindó hace trece años al inolvidable vasco, convertido en estatua por Pablo Serrano.Leonardo Sciascia visitó ayer Salamanca "no sólo por don Miguel. También me interesa Salamanca como centro cultural, por sí misma". El lento y exiguo acento italiano del escritor-político, insistía: "Ser político es un incidente en mi vida. Lo soy sólo desde hace tres años, no es mucho, pero como será ya por poco, lo soporto. La política la hago escribiendo". Sin embargo, los hechos políticos rodean algunas de las impresiones más profundas de su vida como la muerte de Aldo Moro y la propia tragedia final unamuniana.

Leonaro Sciascia, acompañado por María Andrónico, su esposa, se mostraba ayer en Salamanca, sin embargo, ante los asistentes a su charla en el aula Unamuno de la universidad, como un gran escritor con compromisos morales. "El escritor sólo puede presentar en su obra una realidad o sugerir una solución como yo hice ya hace veinte años. La aplicación del control y de los medios empleados para combatir un problema, es la función de los políticos", manifestó refiriéndose a la Mafia de su isla, Sicilia, punto de referencia de gran parte de su obra literaria. "La solución está en el control de los bancos, de la creación de riqueza por parte del Gobierno".

Si de la corriente impulsada por la revista La ronda -de principios de siglo- aprendió Sciascia la claridad en la exposición, su vuelta a la creación literaria como actividad fundamental en su vida, se habrá nutrido también de su participación en el Parlamento italiano y en la comisión de investigación de la muerte de Aldo Moro. "La política para un literato es muy importante como experiencia limitada, para volver después a escribir".

Durante este tiempo, ambos trabajos se han mezclado en la vida del escritor italiano y estos años han servido como impulso final a su ligazón definitiva. La redacción en veinticinco páginas del expediente del caso Moro ha sido el arduo empeño último del diputado Sciascia. Ahora, tras este trabajo de político-literato "descanso de la fatiga". Teme no ser muy buen político y no compartir en algunos casos las posiciones ideológicas del partido al que pertenece.

Su actitud le hizo ayer, en el aula Unamuno, mostrarse satisfecho por la victoria socialista en España y desear al Gobierno que pueda aplicar, si no todo su programa, sí lo necesario para resolver los principales problemas del pueblo español.

Leonardo Sciascia, diputado siciliano que recorre en su gira Barcelona, Valencia y Alicante, estará hoy a las 11 en la universidad Complutense de Madrid en su segunda visita a España. Ayer, en su encuentro salmantino no se opuso a contestar a ninguna pregunta relacionada con la política. Así manifestó que la Mafia es una multinacional del delito y, que como está publicado, no sólo tiene conexiones con la Mafia americana, sino con algunas empresas turísticas españolas, y que el atentado del Papa ha sido organizado, ya que tras su muerte no se habría vuelto a elegir otro Papa polaco.

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