Personalidades políticas de todos los partidos de la RFA, implicadas en un gran escándalo de corrupción y sobornos
Políticos de los cuatro partidos representados en el Parlamento, desde el presidente socialcristiano de Baviera, Franz Josef Strauss (CSU), hasta el ex ministro federal de Hacienda, el socialdemócrata Hans Matthoefer (SPD), los liberales Walter Scheel (ex presidente federal), conde Otto Lambsdorff (ministro federal de Economía) y el jefe del grupo parlamentario democristiano, Alfred Dregger (CDU), aparecen cada vez más implicados en un escándalo de sobornos.
El Watergate de Bonn, el escándalo de las donaciones de fuertes cantidades de dinero -se habla de millones de marcos- a políticos de todos los partidos por parte del consorcio financiero Flick, ha estallado de nuevo con la publicación en el semanario de Hamburgo Der Spiegel de textos de los interrogatorios a que la Fiscalía de Bonn sometió a varios políticos prominentes.Flick es uno de los grandes nombres de la industria alemana, equiparable a Krupp y Daimles Benz. La revista Der Spiegel caracteriza al jefe del consorcio, Friedrich Karl Flick, como "uno de los hombres más ricos de la República Federal de Alemania, que simboliza el capitalista de viejo cuño. La empresa todavía pertenece al jefe y no a un grupo anónimo de accionistas".
El consorcio, con 45.000 asalariados y 9.000 millones de marcos anuales de ventas (unos 425.000 millones de pesetas), consiguió hace años la "más espectacular exención de impuestos" de la historia de la RFA.
En aquella ocasión, Flick logró que el Gobierno federal, formado por socialdemócratas (SPD) y liberales (FDP), le liberase de pagar impuestos por la venta del paquete de acciones de Daimler Benz, por un valor de 1.500 millones de marcos (unos 70.000 millones de pesetas).
Lista de implicados
Existen sospechas de que Flick consiguió esta liberación gracias a las fuertes sumas entregadas a los políticos de todos los partidos representados en el Parlamento (Bundestag). Los textos de los interrogatorios de varios políticos que publica esta semana Der Spiegel ponen de manifiesto la escasa memoria de los profesionales de la política.La lista de implicados alcanza a ota la crema de los políticos de la República Federal de Alemania ex presidente federal Walter Scheel, ministro federal de Economía, conde Lambsdorff; ministro federal de Agricultura, Josef Ertl; ex ministro federal de Economía y hoy presidente del Dresdner Bank, Hans Friederichs, entre los liberales (FDP); el ex ministro de Hacienda y Correos Hans Matthoefer, el ex ministro de Hacienda Manfred Lahnstein, entre los socialdemócratas (SPD), junto con los tesoreros del partido Alfred Nay y Friedrich Halstenberg. No faltan democristianos destacados, como el presidente bávaro Franz Josef Strauss y Alfred Dregger, jefe del grupo parlamentario en el Bundestag.
En poder de los fiscales cayeron una serie de documentos del consorcio Flick, donde se apuntaban cuidadosamente las entregas efectuadas a los políticos para sus partidos. Estas cantidades salían de una doble contabilidad y cajas negras, según explica el semanario Der Spiegel.
Uno de los interrogatorios, representativo para casi todos los políticos, es el que mantuvieron los fiscales de Bonn con Alfred Nau, ex tesorero socialdemócrata y presidente de la fundación Friedrich Ebert, una dependencia del SPD.
Nau reconoce que tuvo una entrevista con el director general del consorcio Flick "en el club político de la Fundación Friedrich Ebert", pero no recuerda haber recibido dinero.
Cuando los fiscales le presentan un recibo, firmado por él, por la cantidad de 100.000 marcos (4.700.000 pesetas), Nau se limita a responder: "Puesto que aparece mi firma, tiene que haber habido un pago".
Los fondos de los partidos
Entre los papeles en poder de la Fiscalía de Bonn figura una nota de Flick a su director general, en la que el amo se queja de que "por una pura casualidad me han indicado que donaste a la Fundación Friedrich Ebert cuatro millones y medio de marcos (unos 210 millones de pesetas). Te pido que me informes urgentemente si esto es cierto".La intención de estos donativos era conseguir de los socialdemócratas en el poder el acuerdo para la exención fiscal por la venta de las acciones de Daimler Benz. Flick obtuvo la exención de centenares de millones de marcos.
Strauss recibió de Flick, entre 1975 y 1979, 950.000 marcos (casi 45 millones de pesetas), según los cuadernos en poder de la Fiscalía. Strauss declara que no recuerda haber recibido nada, "no puedo darles información porque no tengo ningún recuerdo en concreto".
El político bávaro reconoce que las posibles donaciones "no son pagos por consejos, sino respuestas a una línea política determinada en el interior y en el extranjero. Mis antecesores y yo mantuvimos en el transcurso de las últimas décadas múltiples contactos con los directivos de la empresa sobre temas de política económica que podían ser interesantes para las decisiones de una gran empresa, pero en ningún caso se plantearon peticiones en relación con un proyecto determinado".
El olvido
El ex presidente federal Walter Scheel tampoco recuerda haber recibido dinero de Flick. Cuando le presentan las notas de varias entregas por un total de más de cinco millones de pesetas, Sheel dice que no recuerda haberlas recibido.Las donaciones de Flick no iban a parar a los bolsillos de los políticos, sino que acababan en las cajas de los distintos partidos, de las fundaciones próximas a ellos, como la Friedrich Ebert, o en los fondos para las campañas electorales.
La sospecha de delitos flota sobre las cabezas de varios políticos prominentes de Bonn, que podrían acudir a la campaña electoral a principios del próximo año con una amenaza de condenas judiciales.
La reacción oficial en Bonn a las revelaciones de Der Spiegel fue criticar la publicación de actas judiciales. Sobre el escándalo de los sobornos, la postura es callar en aplicación del lema "si la noticia es mala, hay que matar al mensajero".
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