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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Elogio fúnebre a un gigante de la paz

Al burro, la cebada al rabo. Era inevitable. El coro de las sentidas condolencias de rigor se amontona sobre el ataúd en el Kremlin. Por el tufo que despide la abismal descomposición entre los gestos, losPasa a la página 12

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verdaderos sentimientos y la realidad pura y simple es particularmente repugnante en esta ocasión. Para sus elogiadores fúnebres del Este y del Oeste, sus colegas de profesión, el finado ha resultado ser a la postre un campeón de la distensión, un gran estadista apegado a la causa de la paz y la concordia de los pueblos. ¿Realmente? Había que preguntarle a los afganos, a los checoslovacos, a los camboyanos, a los polacos, a los eritreos, por no citar sino a unos pocos pueblos que quizá tengan un punto de vista diferente sobre el difunto. Infortunadamente, no están en condiciones de que sus condolencias sean oídas en el mundo.

Por sus obras les conoceréis. Trabajó tan afanosamente por la distensión que (con la colaboración inestimable de la otra superpotencia) ha conducido al mundo al borde de una conflagración sin precedentes. Desarrolló tan apasionadamente el principio de "si quieres la paz prepara la guerra" que deja a su nación en condiciones de agredir prácticamente a cualquier otra y de desencadenar una guerra cuya devastación dejaría pequeña la de todas las guerras anteriores juntas. Fortaleció su ejército, marina y control en otras naciones hasta tal punto que en poco más de diez años pudo pegar importantes bocados al imperio de la otra superpotencia y plantearse la lucha abierta contra ella por la supremacía mundial. Nadie puede negarle con justicia el título de príncipe de la distensión y abanderado de la paz.

En cuanto a los frutos de paz y felicidad que para el propio pueblo soviético ha supuesto su larga jefatura, no es necesario insistir mucho. Esos frutos son bien conocidos, especialmente en el archipiélago Gulag, en los psiquiátricos, en las ciudades cerradas, y desde allí iluminan al mundo con refulgentes destellos de arte, de sabiduría y de libertad. / es miembro del Comité Central de Unificación Comunista de España.

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