Bonn precisa las grandes líneas de su política de seguridad
El refuerzo de las relaciones con Washington y de la solidaridad atlántica y un llamamiento a la Unión Soviética "para que contribuya de manera activa al mantenimiento de la paz" son los dos principales puntos de una declaración hecha pública ayer por el Gobierno de Bonn sobre la política de seguridad de la RFA.Durante tres horas, los responsables militares de la OTAN -general Bernard Rogers, comandante en jefe; almirante Wesley Lee McDonald, comandante de las fuerzas del Atlántico, y almirante William Staveley, de las de la Mancha- informaron al Consejo de Ministros germano de la situación en sus sectores respectivos. El portavoz del Gobierno de la RFA dijo que no se había adoptado ninguna decisión.
Los puntos principales de la declaración gubernamental son los siguientes:
Sobre las relaciones amistosas con la OTAN y Estados Unidos, Bonn afirma que "constituyen los fundamentos de la política de seguridad de la RFA. Las relaciones de confianza con Washington siguen siendo vitales".
Bonn hace un llamamiento a las autoridades soviéticas para que contribuyan a preservar la paz, renunciando a la superioridad militar, lo mismo que a la amenaza o al empleo de la fuerza. Bonn tiene un gran interés en que "mejoren las relaciones Este-Oeste... La RFA está lista para establecer relaciones constructivas, el diálogo y la cooperación con la dirección soviética".
A propósito de las relaciones franco-germanas, el comunicado de Bonn asegura que ambos países han emprendido el proceso de refuerzo de su cooperación en el terreno de la seguridad, sobre la base del tratado conjunto de 1963. Esta cooperación sirve a la seguridad común de todos los aliados, se precisa.
"Las fuerzas nucleares y convencionales son necesarias para el mantenimiento de la respuesta flexible de la Alianza. El refuerzo de la defensa convencional apuntala la seguridad militar de Europa occidental", según el Gobierno de Bonn.
El secretario de Estado para la Defensa, Peter-Kurt Wuerzbach, declaró ayer ante el Parlamento que el Gobierno no hará públicos los emplazamientos de los cohetes Pershing-2, que serán instalados en la RFA si a finales del año próximo EE UU y la URSS no llegan en Ginebra a ningún acuerdo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- RFA
- Guerra fría
- OTAN
- Política exterior
- Contactos oficiales
- Armas nucleares
- Misiles
- Francia
- Alemania
- Europa occidental
- Europa
- Historia contemporánea
- Parlamento
- Conflictos políticos
- Organizaciones internacionales
- Gobierno
- Armamento
- Relaciones exteriores
- Administración Estado
- Partidos políticos
- Historia
- Defensa
- Administración pública
- Política