_
_
_
_
_

Bonn precisa las grandes líneas de su política de seguridad

El refuerzo de las relaciones con Washington y de la solidaridad atlántica y un llamamiento a la Unión Soviética "para que contribuya de manera activa al mantenimiento de la paz" son los dos principales puntos de una declaración hecha pública ayer por el Gobierno de Bonn sobre la política de seguridad de la RFA.Durante tres horas, los responsables militares de la OTAN -general Bernard Rogers, comandante en jefe; almirante Wesley Lee McDonald, comandante de las fuerzas del Atlántico, y almirante William Staveley, de las de la Mancha- informaron al Consejo de Ministros germano de la situación en sus sectores respectivos. El portavoz del Gobierno de la RFA dijo que no se había adoptado ninguna decisión.

Los puntos principales de la declaración gubernamental son los siguientes:

Sobre las relaciones amistosas con la OTAN y Estados Unidos, Bonn afirma que "constituyen los fundamentos de la política de seguridad de la RFA. Las relaciones de confianza con Washington siguen siendo vitales".

Bonn hace un llamamiento a las autoridades soviéticas para que contribuyan a preservar la paz, renunciando a la superioridad militar, lo mismo que a la amenaza o al empleo de la fuerza. Bonn tiene un gran interés en que "mejoren las relaciones Este-Oeste... La RFA está lista para establecer relaciones constructivas, el diálogo y la cooperación con la dirección soviética".

A propósito de las relaciones franco-germanas, el comunicado de Bonn asegura que ambos países han emprendido el proceso de refuerzo de su cooperación en el terreno de la seguridad, sobre la base del tratado conjunto de 1963. Esta cooperación sirve a la seguridad común de todos los aliados, se precisa.

"Las fuerzas nucleares y convencionales son necesarias para el mantenimiento de la respuesta flexible de la Alianza. El refuerzo de la defensa convencional apuntala la seguridad militar de Europa occidental", según el Gobierno de Bonn.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

El secretario de Estado para la Defensa, Peter-Kurt Wuerzbach, declaró ayer ante el Parlamento que el Gobierno no hará públicos los emplazamientos de los cohetes Pershing-2, que serán instalados en la RFA si a finales del año próximo EE UU y la URSS no llegan en Ginebra a ningún acuerdo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_