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El Barcelona gana por descarte ante el Maccabi

En un duelo repleto de pifias y de defensas deficientes, Punter lleva al equipo azulgrana al triunfo (100-71)

Punter trata de zafarse de Blatt en el duelo del Barcelona ante el Maccabi.
Punter trata de zafarse de Blatt en el duelo del Barcelona ante el Maccabi.Enric Fontcuberta (EFE)
Jordi Quixano
Euroliga jornada 25
Barça
Barça
100 71
Finalizado
Maccabi
Maccabi

Después de una pañolada en el Palau tras caer ante el Baxi Manresa y de varios topetazos que ejemplifican un curso de lo más simplón, donde se sugería mucho y se gana poco, donde se ataca sin rodeos pero sin el colectivo por bandera, donde se defiende intermitentemente, el Barcelona necesitaba un triunfo que le recompusiera antes del Olympiacos -este viernes- y de la Copa, ya a la vuelta de la esquina. Tocaba el Maccabi, un rival con heráldica pero sin suflé, exiliado a Belgrado por el conflicto de Gaza y en las catacumbas europeas. Y, para su alivio, el Barça, que sacó pecho cuando el rival se desconectó del encuentro, fue el menos malo de los dos.

Bajo un silencio casi sepulcral de cuatro minutos, señal de protesta de la grada más animosa del Palau -los Dracs- por los batacazos y el mal juego del equipo, también porque el club prohibió a los aficionados las banderas de Palestina, el Barça se arremangó de inicio, ocupado en desdibujar ese baloncesto raquítico que hilvana desde hace tiempo. Así, con transiciones rápidas muy al gusto de Peñarroya, Punter y Parker, que primero tiran y después preguntan, esta vez atinados, metieron 18 puntos en un santiamén. Pero, como habitúa el equipo, también mostró su versión blandengue y timorata en defensa, poca intensidad y menos contacto, pase usted por aquí. Punter, en una de esas, agarró el balón y lo botó con furia, exigiendo un compromiso que no se da ni a la de tres. Por lo que el envite se quedó en un correcalles, ataques por bandera y ejercicio defensivo de plastilina, 28-26 para abrir boca.

Se le atragantó el segundo cuarto al Maccabi porque, desterrado como está, le falta atractivo, efectivo y también fondo de armario, porque la segunda unidad del Barça tiene mucha más muñeca y calidad. Lo disfrutó Willy Hernangómez, en su salsa porque al rival le cogía tiritona en defensa, y lo exprimió un Brizuela que se subraya a cada encuentro, gazuza por hacerse un nombre con la elástica culé. Pero el rebote defensivo es ya una tara sin remisión para el conjunto azulgrana, que concede puntos y pomadas con gasas al rival por costumbre. Un agujero que, de nuevo, Punter y Parker pudieron enmendar (42-36), noche de chofs y de aplausos.

Sin compromiso defensivo, pues un simple bloqueo bastaba para que Blatt se definiera desde la periferia, el Maccabi quiso coger el hilo al encuentro. Aunque no pudo, privado por un Punter en efervescencia, pues con un segundo para armar el brazo no hay quien lo pare. Era el rey del patio del colegio porque el partido, plagado de pérdidas y pifias, no pasaba de eso. El ejemplo era Anderson, que no sabía dónde estaba; o Metu, que se olvidó por un día de jugar al baloncesto; o Parker, que no metía una… Pero Brizuela y Hernangómez seguían pidiendo paso, bocados que acabaron por tumbar la deteriorada resistencia de un rival desfondado y de lo más torpón.

Más de lo mismo ocurrió en el último cuarto, con el Maccabi desconectado, la cabeza gacha y los brazos bajados, ya con una ristra de balones perdidos que rozó lo cómico. Dejó de interesarle el partido al conjunto israelí y el Barça decidió presumir, ahora ya con Metu en combustión y, claro, con Punter como aguijón. Un final feliz que, sin embargo, no da para sonrisa porque el conjunto azulgrana evidenció sus lagunas defensivas, su fragilidad en el rebote y, de paso, su ataque individualista. Frente al Maccabi, ganó por descarte. Sin más.

El Baskonia, por otra parte, no se salió con la suya en su visita al Mónaco, siempre dirigido y hasta punteado por Mike James, también aderezado por los puntos del alero Alpha Diallo. Aunque le faltó poco la remontada, pues se marcó un tercer cuarto de arrea para poner la incertidumbre, finalmente duelo decantado a favor de los monegascos (92-85). Una bofetada para el equipo vitoriano, que se hunde en la clasificación y que se enreda de mala manera para conseguir un puesto en el play-in.

BARCELONA, 100 - MACCABI, 71

Barcelona: Satoransky (4), Punter (28), Abrines (5), Parker (14) y Fall (5) -quinteto inicial-; Anderson (3), Sarr (0), Brizuela (11), Metu (11), Hernangómez (14), Juan Núñez (3) y Parra (2).

Maccabi: Jokubaitis (14), Blatt (6), Randolph (4), Riviero (16) y Sorkin (12) -quinteto inicial-; Shayok (0), Menco (3), Mayer (0), Rayman (0), Dibartolomeo (9), Cohen (0) y Williams (7).

Parciales: 28-26, 14-10, 32-24; y 26-11. 

Árbitros: Robert Lottermoser (Alemania), Ioannis Foufis (Grecia) y Gentian Cici (Albania). Sin eliminaciones.

Palau Blaugrana. 5.297 espectadores.

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