El banco del Vaticano fue una de las víctimas del financiero italiano Calvi
Según el cardenal norteamericano John Krol, el Instituto para las Obras de Religión -el IOR, es decir, el banco de la Santa Sede- ha sido una víctima de las maniobras del Banco Ambrosiano de Roberto Calvi, que utilizó al Vaticano para poder llevar a cabo sus oscuras operaciones financieras.Al parecer, el argumento de fondo es que las famosas cartas de aval firmadas por el arzobispo Paul Marzinkus, máximo responsable del IOR, tienen fecha posterior a todas las operaciones bancarias hechas por Roberto Calvi con las consociadas de América Latina y que le llevaron a la bancarrota, indicando que no fueron ellas las responsables de todas las operaciones fraudulentas de Calvi.
Los tres sabios (un italiano, un norteamericano y un suizo) convocados a Roma para estudiar las responsabilidades del IOR en la bancarrota del Banco Ambrosiano no han explicado, sin embargo, qué finalidad podían tener entonces dichas cartas de aval firmadas por Marzinkus. Según el cardenal Krol, estas cartas están además escritas en un lenguaje estereotipado y no comportan ni garantías ni obligaciones.
El cardenal Krol, que es uno de los miembros más prestigiosos de la comisión de los quince cardenales que en estos días ha estudiado a puerta cerrada el complejo problema de las finanzas vaticanas, acaba de afirmar en una entrevista que éste es el parecer al que han llegado los tres sabios.
Los que afirman que ha sido el Vaticano quien ha utilizado al banco de Calvi, y que de él es deudor, es porque no conocen ciertos documentos. Los quince cardenales han recibido estas noticias, según el cardenal Krol, a través de una relación del cardenal secretario de Estado, Agostino Casaroli, el cual, sin embargo, no les ha entregado el documento conclusivo de los tres sabios. Solamente les ha informado de su existencia. Por otra parte, afirma el cardenal norteamericano, el IOR hizo bien en invertir sus acciones en el Banco Ambrosiano, porque tenía entonces una "gran tradición de integridad, honradez y éxito".
Las deudas actuales de la Santa Sede, estudiadas estos días por los quince cardenales, superan, según el cardenal Krol, los treinta millones de dólares (más de 3.000 millones de pesetas), y afirma que, aunque las ofertas de todos los fieles del mundo al Papa han aumentado este año, también han crecido aún más los gastos de la Santa Sede.
Uno de los resultados a los que han llegado los cardenales de la comisión es que de ahora en adelante el IOR no podrá hacer operaciones importantes sin consultar antes personalmente al Papa.
Todos los trabajos realizados en estos días pasados por la comisión de los quince cardenales de todo el mundo se han llevado con el más estricto secreto.
