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El rey Fahd de Arabia Saudí, acogido triunfalmente en Argel

La guerra irano-iraquí y el conflicto del Sahara occidental figuran entre los temas que serán objeto de discusión entre el rey Fahd de Arabia Saudí y el presidente argelino, Chadli Banjedid. El monarca saudí fue acogido ayer triunfalmente en Argel, donde se considera que su visita será crucial para aunar los esfuerzos del mundo árabe en favor de los palestinos.La Prensa oficial saudí ha señalado que el rey Fahd está dispuesto a promover un encuentro personal entre el rey Hassan II de Marruecos y el presidente Chadli, para normalizar las relaciones entre ambos países. Estas informaciones no han sido recogidas por los medios argelinos, en los que se afirma que es necesario llegar a esa normalización, en base a una solución justa y negociada del conflicto del Sahara.

Parece difícil que el rey Fahd pueda lograr el acuerdo de los argelinos en favor de la entrevista señalada debido a que iniciativas similares, llevadas a cabo por el primer ministro tunecino, Mohamed Mzali, y el fallecido rey Jaled de Arabia Saudí, no se concretaron ante la hostilidad de Rabat de aceptar el principio de negociaciones directas con el Frente Polisario.

El conflicto irano-iraquí

Resulta más plausible considerar que el conflicto del Sahara occidental figurará en segundo plano en las conversaciones entre Chadli y el rey Fahd, mientras que la cuestión espinosa de la guerra irano-iraquí, que preocupa mucho más a los saudíes, sí puede absorber la mayor parte de las discusiones entre los dos estadistas.

Los jefes de Estado de los seis países del Consejo de Cooperación del Golfo Arábigo (Kuwait, Arabia Saudí, Bahrain, Qatar, Omán y Emiratos Arabes Unidos) se reunieron días pasados en Manama, protegidos por un importante dispositivo militar, para abordar, entre otros asuntos, la guerra irano-iraquí, ante el sentimiento de inseguridad que crece en el seno de las monarquías moderadas árabes por la extensión ideológica de la revolución islámica iraní.

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Aunque los iraníes han afirmado que no consideran su revolución exportable, es notorio que Teherán apoya a las minorías chütas del golfo Arábigo, a las que ha sugerido reunirse en tomo a una plataforma ideológica similar a la que inspiró a los iraníes en tomo al ayatollah Jomeini.

Para Arabia Saudí, la revolución islámica es considerada como un elemento de desestabilización en la región y un peligro potencial que debe ser suprimido en base a una solución del conflicto iranoiraquí.

En mayo pasado, durante una reunión ministerial del Consejo de Cooperación del Golfo Arábigo, la aviación iraní había violado repe tidas veces el espacio aéreo kuwaití.

La mediación argelina en el conflicto no ha dado los resultados esperados, debido a que los iraníes mantienen sus exigencias a propósito del reembolso, por parte de Bagdad, de todos los daños de guerra causados por los iraquíes y cifrados por una comisión intemacional de investigación, destinada, según Teherán, a verificar la amplitud de la agresión iraquí.

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