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RELIGION

Valor terapéutico de la fe religiosa, según la OMS

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce el valor terapéutico de la religión en el caso del tratamiento de las enfermedades mentales y los desequilibrios psicológicos que afectan a los habitantes de las ciudades contemporáneas. El estudio elaborado por el doctor Taha Baasher, consejero regional egipcio de la OMS, señala la importancia de la fe religiosa en el tratamiento psiquiátrico de la neurosis, esquizofrenia, las depresiones ocasionadas por la droga y el conjunto de reacciones maniaco-depresivas. El trabajo se basa en las experiencias realizadas en Egipto, cuyas mezquitas prácticamente desempeñan el papel de verdaderas clínicas psiquiátricas. También se analizan experiencias realizadas en Sudán, India e Irán, experiencias que, a juicio de la OMS, son válidas en las sociedades occidentales, especialmente en países europeos.El experto de la OMS rescata de sus experiencias en el tratamiento de los enfermos mentales el contenido que encierran los diferentes sistemas religiosos reconocidos por sus respectivas sociedades. Los valores morales, las doctrinas heredadas de los pasados históricos, la fe y la solidaridad de grupo constituyen las principales estructuras de la religión, utilizadas para reforzar la formación de la personalidad y el desarrollo moral de los individuos. Según una serie de estudios realizados sobre el suicidio, se ha demostrado, según el doctor Baasher, que los oportunos socorros aportados por las instituciones religiosas han evitado muchos de ellos.

En el caso de las grandes peregrinaciones o concentraciones religiosas, el estudio de la OMS señala que entre sus efectos benéficos para la psiquiatría moderna conviene destacar el fenómeno del trance, que sirve de alivio a las tensiones emocionales y a los estados neuróticos. En el caso de las personas que sufren de esquizofrenia, lesiones cerebrales o de epilepsia, el apoyo social producido por la interacción del grupo produce efectos benéficos para su tratamiento.

Por último, el estudio señala la importancia de los hechiceros religosos en los países en desarrollo, cuya función social es la de reemplazar a los psiquiatras. En Afganistán, Pakistán e India, ese papel es desempeñado por el kakir, el sadhu o el fekki, todos ellos hechiceros reconocidos por la OMS como "importantes agentes de salud mental". Su conocimiento de las actitudes y comportamientos psicológicos de la población les permite, según el estudio, tratar con conocimiento de causa los síntomas de la mayoría de los desequilibrios mentales. También en el caso de la droga y del consumo de estupefacientes el papel de la religión es un elemento que la psiquiatría moderna debería tomar en consideración.

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