La efigie de cera de Buñuel preside en París el homenaje al autor de 'Viridiana'
En su hotel de costumbre, L'Aiglon, en el legendario barrio de Montparnasse, al lado de su hermana más célebre, Conchita, y de la otra hermana, Margarita, el cineasta aragonés Luis Buñuel, es decir, su efigie de cera, descansa desde ayer para afrontar el mes largo de festividades que, en su honor, se celebrarán en esta capital. Tal como estaba previsto, a las nueve de la mañana de ayer, "los tres" llegaron a la estación de Austerlitz en el tren Talgo procedente de Barcelona.
"Los tres hemos hecho un viaje muy bueno". Fueron las primeras palabras de Conchita en el andén de la estación, ante los numerosos periodistas y los invitados que habían acudido a esperar la efigie de Buñuel, prestada para los actos de París, y a Conchita, a quien el autor de Viridiana ha delegado, por razones de salud, para que lo represente hasta el día 14 del próximo diciembre, momento del cierre de este homenaje al hijo de Calanda, organiza do por el Centro Cultural de México y Radio France Internacional, en colaboración con el centro Georges Pompidou. y el Festival de Otoño.Pocos minutos antes de la llegada del Talgo, el jefe de la estación de Austerlitz se acercó a la comitiva que esperaba a los protagonistas del buñuelismo para saber si todo se desarrollaba normalmente y para ofrecerse, en lo sucesivo, para facilitar cualquier trámite relativo a la efigie, a Conchita (79 años) y a su hermana Margarita.
El hijo de Buñuel, Juan Luis, igualmente director de cine, recibió a sus tías y a su padre, al que, sólo bajarlo del tren, se le colocó en su silla de director de cine.
Conchita, antes de enfrentarse con los periodistas para mantener una conferencia de Prensa, desde que se apeó del Talgo, frotó las manos insistentemente con una piedra. Explicó que así era como ella espantaba la timidez para andar por el mundo o encarar situaciones más o menos delicadas. Se manifestó feliz, por su hermano y por ella, "porque siempre hay que andar buscando un carrito en las estaciones para transportar los bultos y esta vez hemos sido recibidas como nunca".
Manifestó su entusiasmo por los viajes. Y cuando se trata de un traslado en avión, dijo, "sueño con que lo secuestren. Primero, porque eso debe de ser muy emocionante. Y, segundo, porque así existe la posibilidad de conocer otro país" Todo el espectáculo de la estación parisiense fue filmado para el cine mexicano. En definitiva, la cinematográfica y clásica atmósfera algodonosa de este día parisiense, Conchita, su hermana, y la efigie de Buñuel, acudieron a la cita de Austerlitz, que los organizadores deseaban superrealista en la medida de lo posible en 1982.
Momentos después, en un automóvil, la efigie de Buñuel fue colocada en el asiento delantero, al lado de la conductora, Mercedes Iturbe, responsable del Centro Cultural Mexicano, camino de L'Aiglon, un hotel típico de la capital, ubicado en Montparnasse, muy cercano a la que fue vivienda del filósofo Jean Paul Sartre y al restaurante La Coupole. Aquí suele almorzar Buñuel cuando se encuentra en París.
Conchita y su hermana duermen en la habitación que ocupa normalmente el cineasta. Ayer, en cuanto tomaron posesión de su aposento, se echaron a la calle y no volvieron más que para arreglarse antes de asistir, al lado de la efigie, a la inauguración de la primera exposición buñuelesca.
A última hora del día, la efigie y sus hermanas presidieron el primer acto en honor del autor de La belle du jour, celebrado en el centro de cultura mexicana de París, con la inauguración de una exposición de fotografías, documentos y libros sobre la obra y la vida del cineasta aragonés. El embajador español, Miguel Solano, con otros representantes del Ministerio francés de la Cultura, del mundo diplomático y el director de Radio France Internacional, Herve Bourgs, asistieron al acto entre el público.
Las conferencias, coloquios, actividades y proyecciones se desarrollarán hasta el día 14 de diciembre. En una mesa redonda que tendrá lugar en el Centro Georges Pompidou, participarán, al lado de especialistas y profesionales cinematográficos extranjeros, los españoles Fernando Rey, Angela Molina y Francisco Rabal.
Del 1 al 14 de diciembre inmediato, toda la obra de Buñuel será proyectada a lo largo de una retrospectiva en los cines Pagode y Balzac. Se espera con interés la época mexicana del realizador, comprometida políticamente y muchísimo menos conocida que la iniciada con Nazarín y Viridiana.
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