Los obispos norteamericanos se oponen a la política armamentística de Ronald Reagan
En su primera carta pastoral dedicada exclusivamente a advertir del peligro de un conflicto nuclear, los obispos norteamericanos se pronuncian en contra de la política armamentista de la Administración Reagan y dudan del argumento de la disuasión.Los obispos se oponen al uso deliberado de bombas contra poblaciones civiles y afirman que los militares católicos deben observar esta prohibición.
Insisten en que, "bajo ninguna circunstancia", se pueden utilizar armas nucleares contra objetivos civiles o militares próximos a zonas pobladas.
Además, precisan que esto debe aplicarse incluso en el caso en que ciudades americanas sean las primeras atacadas: "Devolver el ataque contra inocentes no es más que un acto de venganza". La carta, además, plantea serias cuestiones a los militares creyentes y está destinada a que consideren, moralmente, las dimensiones éticas de la moderna estrategia y doctrina militar.
Tal es el objetivo del documento, que será discutido a mediados de noviembre por la Conferencia Episcopal Norteamericana, según fuentes eclesiásticas citadas ayer por el Washington Post.
En líneas generales, el contenido de esta carta es conocido ya por la Administración Reagan y ha provocado incluso airadas respuestas del consejero de Seguridad del presidente, William. P. Clark, y del secretario de Defensa, Caspar Weinberger.
El Gobierno de Reagan se opone al cese de la producción de armas nucleares porque sostiene que daría ventaja a la URSS.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.