Las fuerzas armadas bolivianas prometen fidelidad a la Constitución
ENVIADO ESPECIALLos nuevos jefes de las Fuerzas Armadas bolivianas aseguraron ayer que el presidente Hernán Siles Zuazo podrá completar su mandato de cuatro años sin temor a un nuevo golpe de Estado, ya que los militares bolivianos permanecerán en sus cuarteles y cumplirán los preceptos de la Constitución.
Durante la ceremonia de jura de sus cargos y en declaraciones posteriores, los altos mandos castrenses insistieron en el respeto de las Fuerzas Armadas al Gobierno legalmente constituido. El general Alfredo Villarroel, comandante en jefe de los tres Ejércitos, dijo que el nuevo Gobierno "ha sido elegido por la voluntad del pueblo y de las Fuerzas Armadas y cumplirá su período normal sin sobresaltos".
Al darles posesión de sus cargos, el presidente constitucional Hernán Siles Zuazo dijo a los cuatro altos mandos militares nombrados por él que su Gobierno cooperará en todo lo posible "para que las Fuerzas Armadas se reencuentren con el pueblo del que vienen y al cual sirven".
Recordó Siles Zuazo su época de combatiente en la guerra del Chaco, en la década de los treinta, y aseguró que lo único que pretende es que "no se repita lo que vimos en el desfile de la inauguración de mí mandato".
Siles se refería a las abiertas muestras de hostilidad que dio el público concentrado en la histórica plaza de Murillo cuando, el pasado domingo, desfilaban por ella las tropas que rendían honores al nuevo jefe del Estado. "Asesinos" y "ladrones" fueron los calificativos más suaves dirigidos a las Fuerzas Armadas por la multitud, que silbaba y abucheaba cualquier referencia al Ejército boliviano en los discursos oficiales.
"Pretendo que desde ahora, cuando desfilen las tropas, el pueblo se regocije", añadió el presidente boliviano. Por su parte, el nuevo comandante en jefe del Ejército de Tierra, general Simón Sejas, dijo que se actuará drásticamente contra quienes "enlodaron la institución castrense". El general Sejas anunció que entre sus objetivos está el recuperar el prestigio y el cariño del pueblo hacia sus Fuerzas Armadas y señaló que se estudiarán medidas para mejorar la imagen del Ejército boliviano en el plano internacional.
"El Ejército cumplirá con la Constitución no sólo para proteger la soberanía de la nación, sino también para garantizar el Gobierno legalmente constituido", aseguró el general Sejas.
Similar profesión de fe democrática hicieron los otros comandantes en jefe y el de la Marina, vicealmirante Wilfredo de la Barra, quien afirmó que "la Armada respetará los derechos del pueblo y preservará la democracia, como manda la Constitución del Estado".
Siles Zuazo ha incluido a un militar en su gabinete, el general Oscar Villa, que desempeñará la Cartera de Aeronáutica.
Llamadas a la disciplina y la jerarquía estuvieron presentes también en los discursos oficiales, así como un intento de reparar la dañada imagen de las Fuerzas Armadas entre la población. El general Villarroel habló incluso de "devolver la augusta imagen que les fuera arrebatada". Con estas garantías de fidelidad constitucional, el Gobierno de Siles Zuazo se dispone a emprender su difícil misión de luchar contra el hambre, la crisis económica, el subdesarrollo y el tráfico de cocaína.
La dificultad se agrava más aún por el hecho de que la coalición gubernamental UDP está prácticamente sola, sin el respaldo de otras fuerzas políticas ni el apoyo de la poderosa central obrera boliviana (COB), que se ha mantenido al margen y que puede crear los primeros quebraderos de cabeza al nuevo Gobierno democrático, ocasión que esperan, sin duda, otras fuerzas para actuar.
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