Submarino desconocido en aguas territoriales suecas
Un submarino de procedencia hasta ahora desconocida se encuentra encerrado entre los fiordos y los barcos de guerra suecos, frente a la base secreta militar de Musk, a unas tres millas del centro de Estocolmo.Pese a que las autoridades de la Marina no han suministrado casi detalles sobre el episodio, se sabe que ha sido precisada la localización del sumergible.
Una información no confirmada por las autoridades suecas señala que dos aviones Mig de origen soviético han sido avistados frente a Sandham, en aguas internacionales, pero a poca distancia del lugar donde se supone que se encuentra el navío.
Indicios de la presencia de un submarino en aguas suecas se tuvieron en la noche del domingo a través de los mecanismos de detección de la Marina y también por testigos oculares que afirmaron haber visto un periscopio en la superficie de las aguas del archipiélago de Estocolmo, muy cercano a la costa.
De inmediato se movilizaron helicópteros y barcos que, tras mantexer vigilancia permanente en la zona, dispararon bombas de profundidad con la intención de obligar a la nave desconocida a abandonar las aguas territoriales suecas.
El episodio se produce en un momento en el que Suecia se encuentra en pleno cambio de Gobierno, cuya primera etapa se produjo ayer con la instalación oficial del nuevo Parlamento (Riksdag) por parte del rey Carlos Gustavo. El viernes, el primer ministro electo, Olof Palme, completará la lista de su Gabinete, que será presentada al Parlamento, y expondrá su programa de gobierno.
Consultado Palme sobre el incidente del submarino, se abstuvo de dar una opinión concluyente y dijo que no tenía información más allá de la publicada por la Prensa, pero de todos modos acotó que se trataría de "una violación inadmisible de nuestra soberanía".
Como se recordará, hace precisamente un año Suecia se vio sacudida por la aparición de un submarino soviético, que encalló en el archipiélago de KarIskrona, al sur del país, pero también en las cercanías de una base militar. El episodio derivó en una incómoda situación en las relaciones entre ambos países.
El Gobierno soviético adujo entonces, desde el principio, y en esa tesitura se mantuvo, que había sido un desperfecto en el sistema de radar lo que había determinado la pérdida de la orientación del sumergible y su incursión en aguas suecas.
Esta versión fue por lo menos puesta en duda por los expertos de este país, y finalmente el incidente quedó superado con las disculpas por parte de la Unión Soviética y el pago de los gastos de salvamento y remolque del navío hasta aguas internacionales.
