Artistas y críticos ven el paisaje urbano como bien cultural
"El patrimonio histórico-artístico es un fenómeno cultural de primera magnitud, con incidencia en la vida actual y proyección en el futuro", es la principal conclusión que críticos y artistas de todo el mundo sacaron durante las sesiones celebradas en el II Encuentro Internacional de la Crítica de Arte.
Las jornadas del encuentro se desarrollaron durante la semana pasada en la localidad casteflonense de Peñíscola, organizadas por el Museo Popular de Arte Contemporáneo de Villafames, bajo el patrocinio del Ministerio de Cultura y la Diputacion de Castellón.
El II Encuentro Internacional de la Crítica de Arte ha aportado elementos para una definicíón actualizada del patrimonio y de lo monumental, partiendo de dos modelos opuestos: lo individual frente a lo comunitario. El revival de la transvanguardia en la pintura y el posmodernismo en la arquitectura frente a lo social del patrimonio cultural e histórico han sido los dos supuestos manejados.
Los diferentes críticos y artistas reunidos en Peñíscola han revisado también la noción de paisaje urbano, con la propuesta de incluirlo como bien cultural, y la necesidad de su presencia como paradigma de la política.
En este sentido, se sugiere a las autoridades administrativas un estudio exhaustivo de las posibilidades pluridisciplinarias que pueden tener los centros históricos y las instituciones culturales.
Los poderes públicos, ante la insuficiencia de legislación y reglamentos actuales, deben posibilitar el desarrollo de los centros culturales.
Estética y sociedad
En relación con la rehabilitación urbana, los asistentes al encuentro hicieron hincapié en la tensión dialéctica entre centros históricos, ensanche y periferia industrial. Los congresistas proponen que la experiencia estética se incorpore al ámbito social, reflejando la sucesión de interrogaciones que se plantean los creadores, coincidiendo en que la revisión de los fenómenos de actualización y actualidad del pasado constituye un tema central desde el punto de vista de la comunicación humana.Una de las conclusiones del encuentro ha dado en llamar operadores arquitectónicos a los constructores que sirven de puente entre el pasado y el futuro y permiten la continuidad de la ciudad en el sentido de la permanencia y el desarrollo de su imagen en el tiempo.
La función de estos operadores culturales puede consistir en la reconstrucción de monumentos o edificios conservados del pasado. o en la realización de obras nuevas, que permitan el paso de una concepción urbana a otra.
Los asistentes al encuentro sugieren a las autoridades la necesidad de un inventario del patrimonio con criterios científicos y desde una óptica pluridisciplinar, y solicitan que se reconozca la cultura artística como bien social.
Por último, los congresistas sugieren a los poderes públicos un reconocimiento profesional para los artistas, incluyendo la inserción en el régimen de la Seguridad Social y la protección dé los derechos de propiedad intelectual.
A este II Encuentro Internacional de la Crítica de Arte han asistido críticos y artistas de varios países del mundo, de los que cabe destacar a Gillo Dorfles, Pierre Rastany, Alberto Sartoris, Jorge Glisberg, Eduardo Westerdhal, Santiago Amón, Cervantes Martínez Broca, Alberto Penín, Rafael de la Hoz, Julián Esteban Chapapria, Antonio Fernández Alba, Ramón Rodríguez Culebas, Francisco Segarra o Manuel Breva, entre los ponentes. De los participantes destacan Mateo Berructa, Román de la Calle, María Angeles Echevarría, Vicente Giner Sospedra, Manuel Lozano Mataix y María José Muñoz Peirats.
También participaron varios artistas que tienen obras en el Museo Popular de Arte Contemporáneo de Villafames.
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