Análisis iniciales desmienten la toxicidad de los cacahuetes importados de Portugal
Los primeros análisis de muestras de cacahuetes pertenecientes a la partida supuestamente tóxica importada de Portugal arrojo un resultado negativo. Según un portavoz del laboratorio del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en La Coruña, que realizó las pruebas, no se ha encontrado en las muestras rastro de ninguno de los cuatro tipos de afiatoxinas que normalmente pueden afectar al cacahuete, y de las que existen patrones en la citada instalación. No obstante, las mismas fuentes precisaron que hay muchas variantes y tipos de aflatoxinas, por lo que el dictamen no puede considerarse definitivo.La Dirección Provincial de Agricultura, Pesca y Alimentación de Pontevedra había ordenado ayer el análisis de una muestra de cacahuetes, pertenecientes a una partida de 25.000 kilos que entró reglamentariamente hace diez días por la frontera de Tuy, procedente de Portugal y Brasil, y que fue rechazada después por el Instituto Alimentario de Lisboa por contener aflatoxina, una sustancia tóxica relacionada, al parecer, con el cáncer de hígado. Las autoridades portuguesa tardaron una semana en prevenir a las españolas.
Veinte mil de los 25.000 kilos fueron encontrados por la Guardia Civil de Tuy en un almacén de las afueras de esta ciudad fronteriza. El paradero de los otros 5.000 kilos se desconoce, pero hay indicios sustanciales para creer que han vuelto a entrar clandestinamente en Portugal. La noticia causó ayer alarma entre los consumidores pontevedreses. El Instituto de Toxicología de Madrid ha alertado a las autoridades sanitarias de todo el país.
Los 25.000 kilos de cacahuetes brasileños entraron por el puesto aduanero de Tuy empaquetados en mil sacos, el pasado 17 de septiembre. Habían sido importados por un comerciante orensano a través de la empresa portuguesa SOTOGAL, que comercializa productos torrefactos procedentes de Brasil y de Angola. Los servicios fitosanitarlos y de control de calidad de la aduana realizaron. los correspondientes análisis de la mercancía y no encontraron nada irregular, por lo que las autoridades aduaneras expidieron las licencias de importación y sanidad.
El 25 de septiembre, ocho días después, el Instituto Ahmentario de Lisboa envió, a través del cónsul de Portugal en Tuy, una nota urgente a la aduana de esta ciudad en la que prevenía sobre "la posible toxicidad de los cacahuetes por contener aflatoxinas", según el análisis hecho a esta mercancía al ser desembarcada en el puerto lisboeta. La aflatoxina es una sustancia tóxica que ataca principalmente al trigo y que, al parecer, puede llegar a provocar cáncer de hígado.
El caso pasó a la Guardia Civil de Tuy y al Cuerpo Superior de Policía, que encontraron en un almacén de las afueras de esta ciudad los cacahuetes supuestamente tóxicos. Pero faltaban cinco mil kilos. El comerciante que había importado la partida fue llevado ante el juez instructor del caso.
5.000 kilos volvieron a Portugal
Del resultado de estas diligencias se desprende que los cinco mil kilos de cacahuetes no han sido comercializados en Pontevedra, sino que han vuelto a Portugal clandestinamente, a través del Miño. Así lo creían en el consulado de Portugal en Vigo y en el Servicio Territorial de Comercio Interior en Pontevedra. El consumo de cacahuetes es mucho mayor en el norte de Portugal que en el sur de Galicia. De hecho, son estos frutos secos, junto con el bacalao y el aceite, los productos que más compran en España los numerosos portugueses que entran semanalmente por la frontera de Tuy.En medios de la aduana de Tuy resultaba inexplicable el hecho de que las autoridades sanitarias de Lisboa hubiesen prevenido la posible toxicidad de la mercancía más de una semana después de que ésta ya hubiera sido analizada en la capital portuguesa.
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