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En 1981 se quebró la progresividad tributaria introducida por la reforma fiscal de 1978

El 80,76% de las declaraciones a Hacienda corresponden a rentas de trabajo, y el 51,3% de la renta total declarada proviene de contribuyentes con ingresos inferiores a un millón de pesetas, según pone de manifiesto un informe reservado de la Administración al que ha tenido acceso este diario. El citado documento, que estudia la evolución del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas a través de las declaraciones recibidas en 1980 y 1981, reconoce que en 1980 (declaraciones de 1981) se ha producido un importante quiebra en la progresividad introducida por la reforma fiscal de 1978.

El informe pone también de manifiesto que el incremento de las declaraciones con derecho a devolución en 1981 corresponde, en términos netos, al crecimiento del total de las declaraciones. A 31 de diciembre de 1981 se habían presentado a Hacienda 6.195.859 declaraciones. De ellas, 1.815.455 declaraciones correspondieron al modelo simplificado (para rentas inferiores a 740.000 pesetas) y el resto, 1.404.617, a declaraciones ordinarias.Un total de 3.220.072 declaraciones (el 51,97% de las realizadas) fueron positivas, por lo que produjeron recaudación para Hacienda. Otras 416.787 (el 6,73%) resultaron negativas y, finalmente, 2.559.000 declaraciones (el 41,30%) resultaron con derecho a devolución.

Del informe se deduce que el número total de declaraciones simplificadas es más del doble que el de las ordinarias, que el 80% de las declaraciones a devolver son simplificadas y que las declaraciones positivas son, prácticamente, la mitad de las totales.

Con respecto a las declaraciones entregadas en 1980 se observa un incremento del 15,6% en el número global de las mismas. Las positivas decrecieron un 15,8%, las negativas un 25,7%, en tanto que las declaraciones con derecho a devolución se incrementaron en un 163,7%.

Es decir, que el aumento en el total de las declaraciones presentadas (más de 800.000) corresponde, en términos netos, a declaraciones que solicitan devolución, que son las únicas que experimentan un crecimiento, por lo demás espectacular. Según Hacienda, el aumento de las retenciones sobre los rendimientos del trabajo, así como la elevación de las deducciones familiares en la cuota, explican en parte esta situación.

Según las fuentes de renta, el mayor número de declarantes correspondió en 1981 a las de trabajo (5.270.110, con un incremento del 16% sobre el ejercicio anterior), seguidas por las de capital mobiliario (3.628.946, con un incremento del 25,2%) y por las de capital inmobiliario (3.564.238, con un incremento del 17,3%). Hubo un escaso número de declarantes que consignó rendimientos irregulares, incrementos de patrimonio e ingresos por trasparencia fiscal (aproximadamente el 0,6% del total). Para todas las demás clases de renta, con excepción de las agrarias, se verifica que el total de perceptores que las declara aumenta en 1981 en porcentajes comprendidos entre el 16% y el 25%.

Declara más quien menos tiene

Este aumento del total de declarantes por cada rendimiento descansa exclusivamente en las declaraciones simplificadas. Los perceptores de rendimientos que cumplimentan el modelo simplificado aumentan, entre 1980 y 1981 (siempre referidas a declaraciones efectuadas por el ejercicio anterior), en el 44% (trabajo), 65% (capital mobiliario), 56% (inmobiliario), 87% (profesionales) y 70% empresarios. En compensación disminuyen las declaraciones en modelo ordinario, a excepción de las realizadas por los profesionales.Por lo que se refiere a la distribución de los declarantes, la mayor parte de éstos se concentra en los niveles más bajos de renta. No obstante, el porcentaje de contribuyentes con renta inferior al millón de pesetas, retrocedió entre 1980 y 1981, pasando del 80,21% del total de declaraciones al 74,62%. Hay un crecimiento porcentual, entre 1980 y 1981, para rentas comprendidas entre uno y tres millones (pasan del 18,64% al 23,74%). Un menor incremento se registra para rentas comprendidas entre tres y cinco millones (los declarantes pasan del 0,87% al 1,19%).

En lo que concierrie al aumento de declarantes en cada tramo de renta, hay que constatar que los porcentajes de incremento 1980-81 más elevados se localizan en los tramos superiores a cuatro millones de pesetas (y, excepcionalmente, en el primer tramo, inferior a 200.0100 pesetas) y los más bajos corresponden a rentas inferiores al millón y medio.

Ahora bien, dado el mayor número de contribuyentes en niveles bajos de renta, el cómputo de aumento de declarantes en valores absolutos produce los siguientes resultados: para rentas inferiores a 800.000 pesetas, el aumento de declarantes es sólo de 96.000; y para rentas comprendidas entre 800.000 y 1.400.000 pesetas los declarantes aumentan en unos 525.000. Es decir, las tres cuartas partes del incremento de declarantes corresponde a rentas inferiores al 1.400.000 pesetas.

Por otra parte, en 1980 y 1981 los declarantes de rentas inferiores a tres millones de pesetas absorben más del 90% de la renta total declarada.

Disminuye la progresividad

El informe de Hacienda aplica a las declaraciones recibidas en 1980 y 1981 el denominado índice de Gini, que es un indicador del grado de distribución de una variable (en este caso la renta) entre una población determinada (el colectivo de declarantes). Este índice ayuda a demostrar la sensible mejora de la distribución de la renta después de la aplicación del impuesto. No obstante, el informe admite que "comparando 1980 y 1981 se observa que el índice de Gini en 1981 ha superado al de 1980, esto es, que ha empeorado la distribución de la renta, entendida esta como renta declarada y cuantificada desde el punto de vista de la Hacienda Pública.El estudio también aplica el índice de Tanzi, que mide el efecto redistributivo de los impuestos. Según este índice, la progresividad fiscal subió de alrededor de 20,0 a 41,37 en 1979 con motivo de la reforma fiscal, creció unos diez puntos más en 1980 (51,24 puntos) y se quebró en 1981 al descender la progresividad a 48,01. Este retroceso refleja el mayor incremento de los impuestos indirectos (crecieron un 27%) sobre los impuestos directos (un 11%) en 1981.

El porcentaje de la recaudación por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas respecto al total de los impuestos directos ascendió en 1981 al 73,60%, y al 38,48% respecto al total de los impuestos.

El informe analiza también la utilización de los distintos tipos de deducciones (valores mobiliarios, adquisición de vivienda y otras inversiones), la evolución de las devoluciones, el tratamiento de las circunstancias familiares y la distribución geográfica del IRPF. El estudio pone de manifiesto la escasa tributación por rentas del sector agrario.

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