Maria Aurélia Capmany defiende la utilidad del escritor en la ciudad

La relación entre el escritor y la ciudad y la necesidad que la ciudad tiene de los escritores fue el tema central del tradicional pregón de las fiestas de la Merced de Barcelona, que en la presente edición corrió a cargo de la escritora catalana Maria Aurélia Capmany. El pregón fue pronunciado desde el balcón principal del Ayuntamiento.Maria Aurélia Capmany relacionó el tema del pregón con la decisión reciente del consistorio barcelonés de otorgar la medalla de oro de la ciudad al poeta Salvador Espriu, máximo exponente de la poesía catalana, resaltando el carácter insobornable de la ciudadanía del poeta y elogió la fidelidad de aquél para con la lengua de su pueblo.

La escritora catalana comparó la creación de la orden de la Merced como un proyecto anticipado de nacionalización de la Banca y glosó el trabajo del rey Jaume I en la definitiva configuración de la orden -creada por el caballero Pere Nolasc y el jurisconsulto Raimundo de Peñafort- y destacó el tono crítico y burlesco con que el pueblo criticó la orden mercedaria. En tono jocoso señaló a san Raimundo de Peñafort como precursor del windsurfing al navegar, según la increíble leyenda, de Palma a Barcelona con su capa y un escapulario como embarcación.

La escritora volvió a citar a Salvador Espriu para realizar una semblanza de la ciudad. Citó un pasaje de La pell de brau (La piel de toro) donde se alude a los "herederos de los días del odio y del desgobierno".

"El poeta", manifestó Maria Aurèlia Capmany, "adivinaba que nos salvaríamos del naufragio, que nos salvaríamos por la esperanza y que unas jóvenes manos, frías, fuertes, limpias, borrarían de nuestra ciudad las manchas de los días del odio y del desgobierno". "He aquí", dijo la escritora catalana, "por qué es tan útil un escritor para una ciudad".