Campaña del Ayuntamiento de Barcelona para recuperar el centro histórico de la ciudad

La recuperación del "centro histórico de superficie más importante de Europa", según definición del profesor de la Escuela de Arquitectura de Barcelona, Josep Bosch, es el objetivo global que pretende la exposición El ensanche, un patrimonio desconocido, organizada por el Ayuntamiento de Barcelona y cuya inauguración esta prevista para el próximo día 20. La iniciativa trata de dar a conocer uno de los espacios sobre el que el urbanista Ildefons Cerdà (1815-1876) intentó dar una respuesta global a la problemática que la revolución industrial planteo en la estructura urbana de la Barcelona del siglo pasado.El Ensanche (Eixample) previsto en el Plan Cerdà (1859) dista mucho de parecerse al que conocemos en nuestros días, ya que ha sufrido modificaciones y degradaciones de manera paralela a la coyuntura política de cada momento.

La exposición que ahora se inaugura, en el marco de la recuperada Casa Elizalde, es la primera iniciativa pública de una serie de medidas en diferentes ámbitos que coordina el concejal Germà Vidal, miembro del Patronato Municipal de la Vivienda.

La exposición, organizada por el Centro de Proyección del Ensanche (Eixample) (CPE), recogerá una colección de acuarelas de fachadas y vestíbulos de la zona para presentar la realidad actual de este conjunto urbanístico y lo que podría llegar a ser en un futuro. De forma paralela, el equipo de urbanismo de la Escuela de Arquitectura de la Politécnica prepara un Plan especial del Ensanche, en el que se prevé la recuperación de los patios interiores de las manzanas de viviendas, en el camino de reencontrar aquella red urbana abierta y unida a la naturaleza que previó Ildefons Cerdà, inspirado por los trabajos de los socialistas utópicos de la época.

Un equipo técnico asesorará a partir de ahora a los propietarios que se dispongan a reformar sus edificios y, para ello, se ha entrado en contacto con los gremios de pintores y estuquistas. La administración municipal espera, de este modo, intervenir inicialmente de forma indirecta: facilitará así créditos para la rehabilitación de edificios y no para nuevas obras, con lo cual podrían recuperarse también los cerca de 10.000 pisos vacíos que existen en la zona.

Primeros frutos

Los primeros frutos han empezado ya a cosecharse: hasta hace poco los propietarios de muchos edificios cambiaban las primitivas puertas de hierro forjado y madera por otras de aluminio, pero la tendencia ha ido decreciendo.El aspecto monumental de la zona quiere ser también aprovechado por la Administración para abrir un proceso global de rehabilitacion del Ensanche. "El modernismo", explicó uno de los organizadores, "está hoy de moda, y hay que aprovechar este fenómeno para ir más allá". Sólo un dato anecdótico del fenómeno: unos céntricos almacenes de la zona han reproducido a escala fragmentos del parque Güell de Gaudí para que, con ocasión de las fiestas de la Mercé, humanicen la mole de cemento de su edificio. El consejo de distrito, paralelamente, ha iniciado una catalogación de edificios y elementos arquitectónicos del Ensanche para poder supervisar así cada obra de remodelación que se acometa.

Más de un centenar de edificios forman parte de un primer listado que ya se ha confeccionado. "No estamos recuperando piezas de museo", explicó el concejal Germà Vidal, sino piezas vivas que forman parte de nuestra vida cotidiana y que, sin darnos cuenta, ayudan a conservar una ciudad hecha a la medida del hombre".

En ese esfuerzo pluridimensional está en marcha también una campaña de recuperación y conservación de las vidrieras modernistas que en deteriorado estado cubren más de mil metros cuadrados del Ensanche.