El Reino Unido decide aplazar la supresión de las sanciones financieras contra Argentina

Gran Bretaña no levantará el lunes, tal como estaba previsto, las sanciones financieras contra Argentina, según anunció ayer el Gobierno británico, sesenta minutos antes de la hora prevista para el levantamiento de las restricciones. El Gobierno británico adoptó esta decisión a causa de la posición argentina, que no ha levantado recíprocamente las sanciones financieras que había impuesto contra el Reino Unido durante el conflicto de la Malvinas. Gran Bretaña suprimirá las sanciones financieras cuando Argentina "de a conocer un calendario para la retirada de sus propias restricciones".

En el proceso de normalización de las relaciones entre Londres y Buenos Aires, el Reino Unido había decidido levantar ayer sus sanciones financieras, aunque no comerciales, contra Argentina, impuestas el 3 de abril.Por su parte, lord Shackleton, ex ministro laborista, presentó ayer una nueva versión de su informe de 1976 sobre la economía de las islas Malvinas, que le había encargado la primera ministra Margaret Thatcher. Shackleton recomienda una inversión de 35 millones de libras (7.000 millones de pesetas) en los próximos cinco años y la imposición de una zona de pesca exclusiva de doscientas millas en torno a las islas Malvinas y a Georgia del Sur.

Los fondos argentinos congelados en los bancos británicos desde abril debían haber quedado a medianoche de ayer de nuevo libres, tres meses después del fin de la guerra.

De hecho el Reino Unido contribuye en unos 2.700 millones de dólares a los préstamos internacionales a Argentina. El Gobierno británico espera poder levantar pronto las sanciones comerciales, deseando "ver restaurada la economía argentina".

En cuanto a la economía en las islas Malvinas, el nuevo informe de lord Shackleton -el anterior cayó en oídos sordos- recomienda unas inversiones públicas de siete mil millones de pesetas que, de aprobarse, llevarán a la creación de unos 240 puestos de trabajo en los próximos cinco años. Con ello la población pasaría de 1.800 a unos 2.300 habitantes. Es una alta inversión per cápita que el Gobierno ha de estudiar.

La cifra no incluye los costes de reconstrucción de los destrozos de la guerra ni la creación de un aeropuerto necesario para el desarrollo del comercio y de un turismo moderado.

A pesar del descenso del precio de la lana en el mercado mundial, este producto seguirá formando la base de la economía malvinense. El informe recomienda la redistrilbución de tierras en granjas más pequeñas, y el propio Shackleton habló ayer de la "organización monopolista" de la Falklands Islads Company, que controla un 43% de las tierras.