Homenaje a Mairena en el festival de 'cante jondo'

Ni siquiera los políticos, en su desaforada carrera electoral, consiguieron estropearle a Antonio Mairena la gran noche de su homenaje y la madrugada en la que llegó a los 73 años de plenitud flamenca. Por una vez, el arte dio un revolcón a la lucha por el poder en el festival de cante jondo de Mairena del Alcor (Sevilla).Se celebraba la vigesimoprimera edición del festival de cantejondo que lleva el nombre de Antonio Mairena (Antonio Cruz García, en versión legal). Es el encuentro flamenco de más solera en Andalucía y mantiene el señuelo de poder oir, aunque sea dosificado, al maestro de los cantaores vivos.

En esta ocasión, además, el ayuntamiento iba a hacer entrega a Antonio Mairena de la medalla de oro y el título de hijo predilecto de la villa, otorgados por el Ayuntamiento. Y el detalle de que en el transcurso del festival se cumplirían los 73 años del nacimiento de Mairena hacían aún más apetecible la velada flamenca.

Sea por todos estos factores de atracción, sea por la posibilidad del 28 de octubre, los políticos sintieron la irresistible llamada de Mairena del Alcor y allí se presentaron en masa. Nunca se había visto una primera fila tan nutrida y variopinta: Soledad Becerril (UCD), Santiago Carrillo (PCE), Luis Uruñuela (PSA), Rafael Román (PSOE), Juan Carlos Aguilar y Diego de los Santos (PSA), Jordi Solé Tura, Enrique Curiel y Javier Aristu, todos ellos comunistas, y alguno más de menor relieve. Luis Yañez tuvo el buen gusto de adquirir su localidad en la fila veinte y hasta le quitaron el sitio en un descuido.

Las primeras protestas surgieron pasada la una de la madrugada, cuando el presentador recordó que hacía 73 años, en ese momento, había nacido Antonio Mairena. El aludido se levantó para corresponder a los aplausos y el hábil Carrillo hizo lo propio, marchando a su encuentro y abrazándole ostentosamente. El líder comunista logró así acaparar cámaras de televisión y flashes fotográficos.

Se oyeron algunos silbidos, que arreciaron cuando el presentador, Paco Herrera, tratando de equilibrar la balanza, explicó: "En realidad, están presentes hoy aquí las fuerzas políticas más importantes...". Los gritos del personal le obligaron a corregirse inmediatamente: "Pero no se trata de una fiesta política, así que vamos a continuar".

El gol de Carrillo fue rápidamente asumido por los demás políticos. En el momento culminante de la noche, el del homenaje a Antonio Cruz García, llegaron a hablar desde el escenario Soledad Becerril, Rafael Rornán -que leyó una carta de Rafael Escuredo-, Luis Uruñuela y Javier Aristu.

Mairena, muy emocionado, se guardó el papel que tenía preparado e improvisó unas mal hilvanadas palabras de agradecimiento, "desde mi corazón maltrecho", y ofició el rito increíble, y una sola vez al año, de su voz y su compás, ofreciendo al respetable soleares y seguidillas que, aunque largas, supieron a poco. Aun encontró, sin quererlo, la expresión justa para dar una réplica de humildad a los políticos presentes, al anunciar su cante con esta frase: "No les voy a robar mucho tiempo".